Tato Young logró superar todas las teorías conspirativas y demostró que no le teme al ridículo
Se supone que el hombre hace periodismo. Pero demostró que en realidad es un simple agitador al que no lo avergüenza prácticamente nada.
Nadie le pudo haber pedido tanto. A nadie se le hubiera ocurrido decir una pavada de este calibre. Pero Tato Young logró superar las expectativas y dijo la ridiculez más grande que se había escuchado hasta el momento sobre la vacuna.
Young no sólo puso en duda el prestigio de un laboratorio de prestigio internacional como el Gamaleya sino que no tuvo inconvenientes en tirar la ridícula teoría de que la segunda dosis de la Sputnik V no existe.
Tato Young le clavó una puñalada certera a lo que hasta ahora conocíamos como periodismo.