Poco a poco, va saliendo a la luz lo que pareciera ser un escándalo electoral de dimensiones nunca vistas, según los registros públicos de los aportantes para la campaña electoral de 2017, donde la actual diputada por la provincia Graciela Ocaña y el senador oficialista Esteban Bullrich obtuvieron sus cargos.

En una entrevista realizada por el periodista Juan Amorín en el programa Crónica Anunciada de FM La Patriada, Ramón Ayala -titular del gremio que agrupa a los peones rurales (UATRE)- reconoció que jamás puso dinero para la campaña política de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires.

Sin embargo, tal y como puntualiza Amorín, el sindicalista aparece entre otros ciudadanos de la localidad de Colón en el listado de aportantes del partido macrista que publican las autoridades electorales, donde hay casos en los que incluso aparecen como afiliados. Lo curioso es que la organización gremial que preside Ayala tiene claros vínculos políticos con el Gobierno.

A modo de broma y entre jocosas risas, el sindicalista de peones ironizó que "es más difícil" sacarle plata "que sacarle una muela a un tigre".

Luego de este momento ridículo, Ayala salió al aire en Radio 10 afirmando que había participado de una cena partidaria y que había pagado 5 mil pesos el cubierto. Minutos después, Amorín tuiteó el registro donde el sindicalista aparece en al menos cuatro depósitos en efectivo de 2500 pesos cada uno. 

La revelación se da en el marco de una investigación periodística en la que se comprobó que el Gobierno adjudicó sumas de dinero a personas que jamás aportaron y hasta se falsificaron sus firmas. Alfredo Gabriel Irigoin y Carla Silvia Chabán, responsables financieros de la campaña 2017 de Cambiemos, fueron imputados por la posible comisión del delito de lavado de dinero y falsificación de documento público.

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