Son horas complicadas para el gobierno, que deberá tomar una decisión clave de cara a las elecciones en la provincia de Buenos Aires. La jueza federal María Romilda Servini presentó la renuncia anticipada a la subrogancia del juzgado electoral bonaerense.

La letrada afirmó alegó "razones personales" y se manifestó agotada y en una situación "insostenible", además de advertir que recibió presiones para que también se aparte de ese mismo cargo a nivel nacional.

"Esto yo no lo he vivido con ningún Gobierno. Estos no dejan de ser aprietes y en 42 años de justicia no los he vivido nunca", denunció Servini en diálogo con el periodista Gabriel Moroni de Ámbito Financiero.

Y al respecto comparó la situación con la que se vivió con el caso Yoma, donde estaba involucrado el entonces presidente Carlos Menem. "En el caso del Yomagate no fue así. Fue de otra forma más elegante y nadie me vino a pedir la renuncia", alertó.

Ahora el Consejo de la Magistratura deberá aceptar la renuncia de Cubría y nombrar a un reemplazante. Esta situación deja en una posición incómoda al gobierno ya que, según cuenta Moroni, con un guiño de la Casa Rosada la justicia intentaba implantar en ese puesto clave al juez federal de Tres de Febrero, Juan Manuel Culotta, mediante un discutible traslado.

El tribunal electoral se encuentra en un estado caótico ya que resta incorporar 3 millones de cambios no registrados en el padrón electoral antes de agosto, previo a los comicios de medio término.