Azuzados por los medios hegemónicos, distintos dirigentes de la oposición se pronunciaron contra las declaraciones de Elizabeth Gómez Alcorta, quien en relación a la violación en grupo en la Plaza Serrano de Palermo, manifestó que “no se trata ni de hechos aislados, ni de hechos que estén vinculados a personas, varones, con algún problema en particular. Son varones socializados en esta sociedad. Eso implica que todos tenemos que comprometernos. Pareciera que el problema está en algunos individuos y no en la sociedad. Se trata de prácticas que fueron aprendidas. Así como nosotras aprendemos a cuidarnos y a saber cuáles son los riesgos, los varones también aprenden ciertas prácticas: la práctica de que nuestros cuerpos, nuestras vidas, no tienen valor”.

La idea era interpretar este delito como parte de un problema cultural que hay que cambiar para tener una sociedad con mayores derechos, pero lejos de esto, desde la oposición se llegó a pedir la renuncia de la funcionaria.

Leandro Santoro, en dialogo con Juan Amorín, recogió el guante y puso las cosas en su lugar.