Quién es Jaime Mecikovsky, el operador detrás de la persecución macrista a medios
Se conocen más detalles de la investigación de la Justicia llamada “Los traficantes de AFIP” sobre el grupo de tareas que funcionó durante la conducción macrista del organismo. Mecikovsky fue un generador de información falsa que se usó para perseguir opositores y tuvo un rol clave en la causa Oil Combustibles.
“Los traficantes de AFIP” se llama la investigación que inició la Justicia sobre un grupo de tareas formado bajo la conducción macrista del organismo dedicado a confeccionar "dossiers" de personalidades que eran luego utilizados en causas judiciales o por los medios.
Uno de sus integrantes principales fue el subdirector de Operaciones Impositivas, Jaime Mecikovsky, fuente directa de información falsa que se utilizó para perseguir al Grupo Indalo.
Tal reveló Ámbito a mediados de 2016, el fiscal Eduardo Taiano imputó por el delito de "violación de secreto" al entonces titular de AFIP, Alberto Abad, y a Mecikovsky, entre otros funcionarios del organismo. Además la investigación involucró también a “denunciantes” como la socia fundadora de Cambiemos, Elisa Carrió, y al periodista-operador de La Nación Hugo Alconada Mon, quienes se valían de esa información fraudulenta para convertirse en arietes de la avanzada macrista contra opositores y empresarios que mantuvieron su firmeza sin someterse a las presiones que dictaban por entonces desde Casa Rosada y la quinta presidencial de Olivos, cuyo ocupante circunstancial era Mauricio Macri.
En esa tarea de persecución el contador Jaime Leonardo Mecikovsky, desde su despacho en la AFIP, fue clave. Como subdirector general de Operaciones Impositivas del Interior llevaba adelante un pormenorizado seguimiento de ciudadanos argentinos, algunos de ellos figuras públicas. Aunque su nombre sobrevoló siempre en el juicio oral en la causa Oil Combustibles, no aparece formalmente en el expediente. Sin embargo, fue clave como usina de información malintencionada, falsa, y materia prima para operaciones, entre ellas las que concretó Alconada Mon desde las páginas de La Nación y que dieron origen al juicio.
Tal es así que ahora el periodista-operador sale en defensa de su fuente de información al sostener que es víctima de represalias que “llegaron a extremos humillantes”. Pese a que está fuertemente cuestionado e investigado, Mecikovsky continúa siendo parte de un organismo de sustancial importancia en la vida de los argentinos, cuya finalidad y por la información privada que maneja, debería ser intachable. Mecikovsky logró esconder su rol y se mantuvo en las sombras como operador y pieza fundamental del grupo de tareas que violó sistemáticamente todo el conjunto de normas y leyes para cumplir una orden política.
Alconada Mon desenmascara a su fuente, que tantos errores y “no sé” tuvo que declarar frente a la Justicia. Porque su fuente no era más que un paper para instalar un proceso de persecución, del cuál él cumplió un rol principal.
Alconada Mon escribe que Mecikovsky ocupó uno de los cargos más altos y sensibles dentro de la AFIP durante la gestión de Alberto Abad y que como subdirector general de Operaciones Impositivas del Interior lideró las investigaciones sobre la familia Kirchner y el empresario Lázaro Báez, además de los accionistas del Grupo Indalo.
Cuando le tocó el turno de declarar ante la Justicia en el marco de la acusa Oil Combustibles, el periodista-operador dejó en evidencia su desconocimiento de la profundidad y el detalle de las normativas impositivas, respondiendo en reiteradas oportunidades con un “no lo sé” a las preguntas técnicas que hizo la defensa de los acusados. ¿Qué significa esto? Que Alconada Mon se valió de una información preparada especialmente para perjudicar a los accionistas del Grupo Indalo y cuya veracidad no se condecía con la ley vigente.
La producción de contenidos de inteligencia y perfilados de manera ilegal, tal como se desprende de los archivos que se encontraron en los discos de las computadoras que la Justicia secuestró del domicilio de Mecikovsky en 2016, fueron parte del modus operandi en la era Macri.
Los archivos ilegales fueron recopilados en el marco de una causa en la que se lo investigó por “filtraciones” que violaban el secreto fiscal.
Hay que recordar que también en 2016, Alberto Abad, mediante la disposición 286, fusionó la unidad de Mecikovsky con una llamada de Coordinación de Acciones Penales de Interior, lo que en la práctica supuso la creación de una unidad especial que se encargaba sólo de causas sensibles para el poder político, algo sin precedente en AFIP. Desde ese puesto, el contador que tenía línea directa con dirigentes políticos y periodistas.
Luego del allanamiento, Mecikovsky acusó al juez Rodríguez de haberle “plantado” los archivos, lo recusó y con la ayuda de camaristas la causa termina en manos de Claudio Bonadio.
Dos años después, en abril de 2018, el propio Claudio Bonadio lo sobreseyó en un trámite exprés. Y en un oficio fechado el 19 de octubre de 2018, Bonadio le hizo saber al por entonces titular de la AFIP, Leandro Cuccioli, que Mecikovsky era quien le aportaba la información que necesitaba del organismo en el marco de la causa “cuadernos”.
Sin embargo, los archivos revelan que el contador tenía un detallado punteo, en el que también se hacía preguntas a modo de contrastación entre ingresos y egresos.