En el segundo día del megajuicio “ESMA III”, que investiga los “vuelos de la muerte” y muchos otros crímenes realizados en la Escuela de Mecánica de la Armada en última dictadura militar, sucedió este miércoles.

A sala repleta, se realizó la lectura de la acusación de los 68 imputados, todos presentes. Algunos de ellos escucharon, otros simplemente durmieron.

Los “vuelos de la muerte” consistían en arrojar personas secuestradas desde aviones, desnudas, atadas y drogadas al Río de la Plata.

En esta fecha particular asistió el ex juez español Baltasar Garzón que participó del segundo tramo de la audiencia. “Es la primera causa con un número tan elevado de imputados y es un juicio clave. En mi caso tiene algún aspecto personal porque varios de los aquí acusados fueron enjuiciados por mi anteriormente”, admitió el ex juez.

Garzón, quien procesó en Madrid al represor arrepentido Adolfo Scilingo, el cual confesó haber arrojado al mar a 30 prisioneros desde aviones y fue condenado a 1.084 años de cárcel, ponderó a la justicia Argentina.

“La justicia argentina esta funcionando y cumple y protege a las victimas. Argentina es un ejemplo de cómo se debe responder a crímenes masivos”, ponderó Garzón.

La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, también estuvo presente. “Se inicia una causa muy espectacular en el dolor y en la lucha. Hay muchos implicados. Muchas victimas y entre ellas se encuentran nuestros nietos. Por ahora en nuestra búsqueda encontramos 11 chicos que nacieron en una maternidad clandestina en la ESMA”, sostuvo.

Por otro lado agregó que la importancia de este juicio también tiene una mirada hacia el futuro, “seria innoble dejar a las futuras generaciones el trauma de convivir con los asesinos”.

El megajuicio, que es uno de los más importantes a nivel internacional sobre causas de lesa humanidad,  contiene 789 víctimas y 900 testigos e indican que puede demorar hasta tres años.