Corría marzo de 2015 cuando el gran diario argentino, a través de una investigación de Daniel Santoro, informaba sobre supuestas cuentas de los actuales diputados Máximo Kirchner y Nilda Garré -por entonces ministra de Defensa- en paraísos fiscales: una con 41 millones de dólares en el Banco Felton de Delaware (EEUU) y otra en el Morval Bank de las Islas Caimán, con casi 20 millones.

Eran tiempos donde Mauricio Macri comenzaba a desparramar falsas promesas y sus socios mediáticos colaboraban impactando en la imagen de la expresidenta y del Frente para la Victoria en su conjunto. 

En 2017, Estados Unidos había negado que en el Felton Bank de Delaware existiera tal cuenta. Luego de eso Garré, a través de su abogado, Alejandro Rúa reclamó la certificación correspondiente -y a pesar de que ya había sido absorbido por otro banco más grande, el CNB- llegó una carta negando las acusaciones de Clarín y la revista brasileña Veja. 

Pocos días atrás le llegó al magistrado Marcelo Martínez de Giorgi el documento firmado por Santiago González, titular del registro de sociedades de Belice, donde afirma que condujo "una búsqueda en nuestros archivos y he encontrado que la compañía Business and Services IBC no está incorporada en las normas de IBC (Belice)”, negando la otra parte de la burda opereta.

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