El proyecto de ley que modificaba la movilidad jubilatoria fue presentado originalmente por el radicalismo y los miembros informantes de ambas cámaras fueron de ese partido por lo que la lógica indicaría que ahora se opondrán al veto del presidente Javier Milei.

De no hacerlo no solo estarían traicionando a su electorado sino que dejarían en ridículo a su propio partido y, claro, a ellos mismos.

Martín Lousteau, en su rol de Presidente de la UCR consideró que los que apoyen en veto “tendrán que explicar por qué lo defendieron y redactaron, y ahora votan distinto”.