La quita de los medicamentos a jubilados y pensionados claramente no fue la medida más feliz del Gobierno y hasta los propios lo están reclamando.

Ver todos los días a jubilados que han trabajado toda su vida haciendo colas interminables para que les nieguen sus medicamentos está quebrando a gran parte de la sociedad.

Mariano Hamilton dio un paso más y lo consideró un “genocidio” lento, silencioso y sistemático.