Revolean el arancelamiento para discutir unos pocos pesos más para los docentes universitarios, mezclan el cobro a extranjeros no residentes -lo que es imposible porque no se pueden inscribir en esa condición- para exacerbar la xenofobia, dicen que hay un descontrol de gastos cuando no auditan.

Es el modo de gobierno de La Libertad Avanza, la impronta que le da Javier Milei a su gestión, el remolino de alta intensidad al que metió a la política argentina.

Pero todo tiene su límite y las costuras se le empiezan a ver al personaje porque la impericia y la improvisación es tan grande que hasta en el canal de La Nación saltaron a señalarlo.