El fiscal de Cámara de la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Contenciosos Administrativo y Tributario recomendó rechazar el recurso presentado por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires  para no demoler el muro de Clarin en la calle Hilario Ascasubi al 3200, en el barrio de Barracas.

De esta manera se confirma el fallo de primera instancia que ordenaba su demolición, y por el cual el Mauricio Macri apeló.

El recurso de amparo que originó la causa había sido presentado por  los diputados Aníbal Ibarra y María Elena Naddeo en el año 2013. La justicia hizo lugar al recurso y ordenó demoler el muro, pero el Gobierno de la Ciudad se negó y apeló la medida.

El muro se construyó a principios de la década del noventa, cuando la planta impresora de Clarín se instaló en Barracas. Primero existió un alambrado y después llegó la construcción que cerró la calle.

Debido a esto, los vecinos de la Villa 21-24 deben utilizar caminos alternativos, menos iluminados y linderos con el Riachuelo, para poder llegar a sus hogares o salir de ellos.

La zona bloqueada funciona como estacionamiento privado para los directivos de la empresa. Esa entrada también se utiliza para los camiones que entran y sacan mercadería.

En ese tramo se ubica una de las centrales de electricidad de la zona y, ante los cortes de luz reiterados, los empleados de Edesur manifestaron no poder solucionar los problemas sin tener acceso a la calle.

A fines de 2012, estos reclamos motivaron que se le pida al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que informe si existió alguna autorizacion, a lo que la "Dirección General de Tránsito negó haber tenido “injerencia en las medidas administrativas que dispusieron dicho cierre y la colocación de la garita".

Por su parte la Dirección de Registro de Obras y Catastro señaló que "no registra presentación administrativa alguna sobre la cuestión de marras".