A Franco Mercuriali no hay argumento que lo pueda convencer, porque empieza la discusión con una posición férreamente tomada y no está dispuesta a cambiarla.

Emiliano Yacobiti, vicerrector de la UBA, le explicaba por qué no solo no se pierde dinero, sino que el ingreso de estudiantes extranjeros mueve la economía con ingreso de divisas, pero ni aun así estaba dispuesto a escuchar.

Como no hay peor sordo que el que no quiere oír, ni siquiera la cuenta básica que daba por tierra su argumentación a favor de arancelar a los extranjeros le satisfacía y lo cerró diciendo: “No me convencés”.