''No hay una sola vieja macrista que no tenga el pelo de cocker planchado y la mirada perdida de Cobain'' decía un tuit que fue furor y que dio vueltas a las redes denominando a las seguidoras del expresidente y señalándolas por su afición al rubio y a la planchita para alisar el cabello.

En Mendoza fueron más allá y un grupo de fiscales macristas se adueñaron del nombre y lo llevaron como bandera porque "les causó gracia", seguramente sin entender a qué se refería la crítica.

Nicolás Wiñazki, quien parece no entrar nunca a las redes peronistas, las entrevistó enunciando mal su nombre y les pidió una explicación para su denominación y se quedó perplejo ante la respuesta.