Majul, Graña, entre otros, son los periodistas que desestiman las escuchas que Lanata y el Grupo presentan como prueba que incrimina al Gobierno en la muerte del fiscal Nisman.

Y encima Jorge Lanata no sabe qué responder cuando le preguntan de dónde y cómo consiguió las escuchas telefónicas que la justicia aún no tiene en la causa.