“Son pocos los argentinos que lograron ser tapa de la reconocida revista estadounidense Time”, se vanaglorió Javier Milei sin tomar en cuenta que el contenido no lo deja nada bien parado.

Es que su postura -eso le permitió llegar a la presidencia- es ‘que hablen mal pero que hablen de mí’, como máxima indiscutible.

Pero Eduardo Feinmann y Pablo Rossi no podían creer que Javier Milei no siquiera haya leído la nota que habla de él, aunque sea para saber que imagen le presentaron al mundo de su persona.