La peligrosa advertencia de un especialista informático por el abuso en las escuchas
Tal y como sucedió con los audios filtrados desde el celular del exsecretario presidencial Oscar Parrilli en conversación con la exmandataria, para armar una bochornosa movida mediática, esta semana esa misma herramienta habilitó una contra denuncia para intentar proteger al señalado fiscal Carlos Stornelli.
El manejo discrecional de las escuchas y el espionaje es una de las herramientas con las cuales, una parte de la justicia se vale de la información determinante a la hora de conseguir declaraciones según intereses dirigidos desde la influencia política.
Sin embargo, cada vez hay menos reparo legal a la hora tanto de ordenar pinchaduras como de filtrar conversaciones que o están relacionadas a la causa por las cuáles esa línea fue intervenida.
El especialista en telecomunicaciones de UTN y habitual perito consultado en distintas causas, Ariel Garbarz, reveló que las pinchaduras ilegales a los teléfonos de la cárcel de Ezeiza llevan muchísimo tiempo intervenidos: al igual que cerca de 4500 líneas de celular y fijas que son monitoreadas permanentemente.
Sin embargo, explicó que luego de 2015 la Direccion de Captaciones (ex DOJ-SIDE) dejó de encriptar (o proteger de alteraciones, cortes o ediciones) los audios grabados, lo que sí sucedía cuando la oficina dependía de Cristina Camaño, y las escuchas estaban en la órbita de la Procuración General de la Nación.
Su contundente análisis arroja que las causas truchas -según su punto de vista, la denuncia respaldada por Carrió para contrarrestar el destape de las maniobras de Stornelli está entre este tipo de causas- están a la orden del día.