Javier Milei fue llamado a su juego preferido, contar anécdotas incomprobables que lo hacen quedar como un héroe aunque le hayan preguntado cualquier otra cosa.

Luis Majul, con la venia previa del Presidente, le preguntó sobre Jorge Lanata y su llamativo silencio que lo llevó a que ni siquiera le envió condolencias a la familia. Pero Milei obviamente contestó con una historia personal.

El Presidente contó que una vez estaba volviendo a su casa para ver el programa de Lanata y que en ese momento descubrieron que había un incendio en su edificio por lo que él, de manera heroica, rescató a su perro Conan de entre las llamas, no sin antes haberle hablado para explicarle que “salían juntos o morían juntos”. Aunque no contó qué fue lo que le contestó el perro.

Todo el cuento fue para llegar a la conclusión de que si bien tenía diferencias con el fundador de Página 12, pero que el día que él le salvó la vida a su perro, fue gracias a que estaba yendo a ver el programa de Lanata.

Más allá del nivel de delirio y de no haber respondido la pregunta, es preocupante el ego que maneja el mandatario que es incapaz de contestar sobre cualquier tema sin hablar de él.