El grito es genuino, surge en todas las esquinas del país y representa el sentir de millones de personas a las que les cuesta poder alimentarse y pagar los insumos necesarios para vivir.

Pero Javier Mieli tomó el reclamo de que la gente no llega a fin de mes es forma literal y sostuvo que no es verdad porque “le gente no se stá muriendo en la calle”.

La falta de sensibilidad demuestra que el gobierno libertario está dispuesto no solo a seguir apretando las clavijas sino a hacerlo para que duela un poco más.