Ya está largamente probado cómo era el sistema de espías y escuchas implementado durante el macrismo. Así fue como desde 2015 hasta 2019 todos los opositores al gobierno, dirigentes sociales, exfuncionarios o personas que consideraran que valía la pena tener vigilados, estaban bajo el radar de los servicios de inteligencia a pesar de que hay una ley que expresamente prohíbe esta práctica.

Florencia Carignano, la Directora de Migraciones actual, se encontró con una serie de procedimientos irregulares que se implementaban en su repartición y contó el recorrido que hacían los datos requeridos para llegar a los servicios de inteligencia.