El video muestra la situación apremiante que pasan muchos argentinos, que terminan comprando sobras de comida -choclo malamente desgranado, porciones ínfimas de arroz- por cerca de cuatrocientos pesos porque es lo único a lo que pueden acceder.

Lo insólito es que cuesta más la bandeja plástica donde están los productos y el film que los recubre que la propia mercadería.