Tras la aprobación de la reforma de la Constitución de Jujuy, y frente al rechazo que provocó en la población de Jujuy, la Policía provincial llevó a cabo una violenta represión contra los manifestantes tirando piedras y balas de goma. 

En ese contexto, los efectivos no solo avanzaron contra los pobladores montados a caballo y de civil, circulando arriba de camionetas particulares, sino que además se lo pudo observar tirando objetos hacia la gente con honderas.