Los organizadores del evento fueron dos libertarios del Uruguay que invitaron al diputado electo para difundir sus ideas.

En las dos jornadas Milei habló ante unas 400 personas mientras que unas 1500 siguieron la charla de manera virtual.

Pero lo más destacable es que el hombre no pudo mantener la compostura ante su audiencia y perdió el control porque escuchaba muchos ruidos y movimientos que lo distraían.

Tal vez el hombre tendrá que armarse de paciencia a partir del 10 de diciembre cuando asuma la banca que consiguió en las elecciones y tenga que discutir de igual a igual con sus ahora colegas.