Así está el edificio del Conicet: lleno de personal policial y con una gran fila de trabajadores que esperan a la intemperie para saber si fueron despedidos o no de su labor.

En medio de una crisis política, social y económica profunda, sumado a un ajuste brutal sobre el pueblo argentino, una baja histórica de consumo y una transferencia clarísima a los sectores más concentrados; el Gobierno acelera el masivo despido de trabajadores estatales sea cual fuere su función.

Desde ATE denunciaron un despliegue militar inusitado en las instalaciones del organismo dedicado a la promoción de la ciencia en Argentina, como las peores épocas de la Dictadura.

Así obligan a los trabajadores a formar una fila para saber si continúan o no con su trabajo, en un acto completamente inhumano.