"Con la boleta electrónica los datos finales se conocerán a la medianoche", afirmó ministro Montenegro, que también es responsable de la Dirección General Electoral. En diálogo con Vorterix, el ministro estimó que "la carga importante de votos" será recién alrededor de las 21.30.

Montenegro justificó la demora –un déficit que se suponía que la boleta electrónica corregiría– por tratarse de la primera vez que se utilizaría la tecnología.

Desde el espacio de Mauricio Macri, algunos funcionarios temen pagar un costo político innecesario por los números que arrojan las encuestas ante cualquier falla del sistema. "Si todo sale diez puntos, no habrá problema", señaló una voz autorizada del PRO, pese al mal augurio del Ministro y al polémico allanamiento en la casa del programador que denunció una falla grave en el sistema que se va a usar.

En los últimos días los cuatro candidatos de la oposición renovaron sus críticas al flamante sistema. Señalaron que no es seguro y objetaron la velocidad para otorgar la licitación, la implementación irregular del sistema y hasta la dificultad para impugnar el voto.

Montenegro, ignorando la gravedad de los hechos, rechazó cualquier crítica: "No los termino de entender. Es un herramienta que da la misma posibilidad a todos. No hay que repartir boletas. Era una deuda de la política con la sociedad. Es una boleta única con tecnología para evitar errores"

Desde su entorno precisaron que las objeciones que presentó la auditoría de la UBA estaban vinculadas sobre todo a la capacitación, pero también a otros aspectos, como no haber cumplido con los pasos obligatorios para la implementación de este formato, regulación que el macrismo burló argumentando que no era "Voto Electrónico" sino "Boleta Electrónica" por lo que logró su aprobación judicial.

A su vez, Montenegro reconoció que hubo un hackeo a la empresa proveedora, pero le restó importancia.

Una mesa coordinada por la jefatura de Gabinete se hizo cargo de la implementación del voto. La integraban Montenegro; el subsecretario de Asuntos Políticos del ministerio de Gobierno, Bruno Screnzi; y Felipe Miguel, asesor y los "ojos" de Larreta. En el ministerio de Gobierno confían en que no habrá problemas y afirman que la instalación del tema en la agenda mediática reforzó la capacitación.