Pablo Rossi le allanó el camino al jefe de Gabinete, Guillermo Francos para que negara enfáticamente haberle pagado a Edgardo Kueider para que votara a favor de la Ley Bases.

Pero se ve que algo turbio debe haber porque Francos fue incapaz de negar esa teoría y se limitó a tirarle tierra al kirchnerismo, dejando en claro que no todo fue tan transparente como pretenden.

Está claro que tienen evadir el tema hasta la última instancia porque si se llegara a comprobar, se pondría en duda la legalidad en la aprobación de esa ley y eso podría declararla inválida, arruinando los planes del Gobierno de, por ejemplo, privatizar todo lo que esté a su alcance.

Era tan fácil como decir que eso era falso y negarlo enfáticamente, pero Francos no pudo, no quiso o no supo cómo hacerlo.