No es imprescindible que los funcionarios de un gobierno sepan dar un discurso sin la ayuda del texto escrito, pero parece bastante claro que deben poder exponer sobre sus logros sin ayuda.

Sin embargo Néstor Grindetti fue la muestra contraria a esto, ya que cuando estaba dando su alocución en la Legislatura se quedó sin palabras en medio de un párrafo, cuando defendía la gestión de Jorge Macri.

Sin disimularlo reconoció que le faltaba una hoja de lo que había escrito, se la agarró con alguien a quien no identificó, dijo que era “un desastre, un papelón”, y se retiró furioso.