En Duro de Domar contaron cómo la Policía de la Ciudad les pedía documentos a los que caceroleaban
Como si fuera la vuelta de los tiempos más oscuros de nuestro país. la Policía de la Ciudad de Buenos Aires amedrentaba a los que participaban de la protesta pacífica haciendo sonar sus cacerolas en las esquinas más transitadas.
No fue un cacerolazo muy extendido pero abarcó algunas esquinas de la Ciudad donde vecinos se acercaron a manifestar su bronca por el aumento de los precios y las medidas que quiere tomar Javier Milei por decreto.
Pero lejos de tolerarlo como parte del juego democrático, el Gobierno utiliza todas sus armas, entre ellas -en connivencia con el gobierno de la Ciudad- hacer que los agentes les pidan documentos a los que se están expresando en libertad.