La toma de los colegios es una situación última de protesta cuando todas las instancias previas de negociación fallaron, cuando se agotaron las posibilidades de resolver el conflicto llegando a un acuerdo. No es una decisión que se toma sin pensar o sin llevar previamente un plan de lucha.

Si bien hay mucha gente que está en desacuerdo -sobre todo dentro del electorado de Juntos por el Cambio- la protesta es un derecho constitucional y debe ser garantizada por las autoridades.

Pero Horacio Rodríguez Larreta sobreactuó su posición de duro ante el reclamo y no solo amenazó legalmente a los padres de los alumnos que participan de las tomas sino que intentó hacer ingresar a policías disfrazados a los establecimientos estudiantiles.