La exgobernadora es tan poco lúdica que su primera respuesta fue que no tenía pensado viajar a Miami por lo que tuvieron que explicarle que se trataba de un juego en el que tenía que elegir entre dos opciones.

Pero como siempre ella esquivó la respuesta para quedar bien con los que les parece mal el turismo de vacunas y por el otro lado si decía que no tendría que explicar por qué le parecía mal lo que terminó haciendo Macri a pesar de haber dicho públicamente lo contrario.

Claramente la tibieza de Vidal remite al emo de Capusotto que era incapaz de decidir, pero con menos cintura política.