El gobierno volvió a reprimir con gases y palos una protesta en el Congreso contra la ola de despidos
La protesta contra el desguace en el sector público que lleva adelante el Gobierno Nacional vivió su momento de tensión cuando la Policía reprimió a los manifestantes que llegaron hasta el Congreso. Hubo empujones y golpes de las fuerzas de seguridad y encerronas en la vereda.
Los viernes son los días preferidos para reprimir de los gobiernos neoliberales o de ultraderecha. Volvió a suceder hoy, en las inmediaciones del Congreso, cuando la policía golpeó y empujó manifestantes que se pronunciaron en rechazo a la ola de despidos de empleados públicos.
Fue así: la manifestación se inició cerca de las 16.30 en la puerta del Cine Gaumont -en Avenida Rivadavia al 1500-, por los 200 despidos que hubo en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA); tras ello, quiénes se congregaron se trasladaron unas cuadras hasta la Secretaría de Trabajo.
Y cuando arribaron al Congreso, unos 500 efectivos de infantería de la Policía de la Ciudad y de la Federal los encerraron, y aplicaron inmediatamente el protocolo antipiquetes. Los agentes retiraron de la calle a los manifestantes, que quedaron sobre la vereda de la Avenida Rivadavia, en la puerta del anexo del Congreso.
Pero minutos más tarde los mismos efectivos subieron a la vereda y encerraron a los manifestantes contra el edificio del anexo del Congreso, sin permitirles retirarse del lugar. Cuando los policías habilitaron un carril para que se retiren del lugar, varios agentes empujaron con los escudos y lanzaron patadas y gases contra los manifestantes.
El diálogo con la policía de los legisladores de Izquierda
Los diputados del Frente de Izquierda Nicolás del Caño, Christian Castillo, Myriam Bregman y Romina del Plá se acercaron al lugar e intentaron persuadir a las fuerzas de Seguridad que permitieran a la gente manifestarse pacíficamente sobre la vereda.
En diálogo con C5N, Bregman declaró: “El gobierno de la Ciudad se pelea con el de Nación. No saben quién da las órdenes, es un descontrol absoluto. La única intención que tienen es demostrar que ellos no permiten manifestaciones. Patricia Bullrich enloqueció, hace cualquier delirio. Y Jorge Macri se cree su soldadito. Mientras la gente aplaude porque es solidaria y apoya la manifestación”.