Desde hace más de veinte días, Arroyo, quien fue el más votado en las primarias en ese distrito, no ejerce su tarea como concejal ni protagoniza actividades de campaña.

Tampoco mantiene contactos con el periodismo ni asiste a los debates electorales. Además ya canceló a último momento varias reuniones con vecinos, instituciones y empresarios.

En Mar del Plata su ausencia resulta cada vez más llamativa, más allá de que sus seguidores argumenten que se trata de un modo de "preservarlo" frente a lo que consideran una campaña en su contra.

Sus adversarios en cambio acusan al entorno de Arroyo de "esconderlo" para evitar que su imagen siga cayendo en picada a causa de sus controvertidas apariciones, tanto públicas como privadas, las cuales suelen estar acompañadas por declaraciones y actitudes que generan cada vez más rechazos.

El candidato marplatense por el macrismo viene cosechando repudios desde hace años a causa de su condición de ex funcionario municipal de la dictadura cívico militar, sus reivindicaciones al nazismo y por su pertenencia a los partidos de los carapintadas Mohamed Alí Seineldín, Aldo Rico y del genocida Luis Abelardo Patti.

Días atrás Arroyo había intentado negar su actuación como funcionario del gobierno militar, lo que fue desmentido por Madres de Plaza de Mayo, organismos de derechos humanos y sindicatos, que exhibieron documentación que demuestra que en aquellos tiempos, además de haber ejercido cargos políticos, había actuado como interventor de la sociedad marplatense de taxistas.

María Eugenia Vidal junto a su candidato nazi, Carlos Arroyo:

También fue denunciado ante el Inadi por la comunidad boliviana luego de que en una entrevista televisiva vinculara a los ciudadanos de esa nacionalidad con la inseguridad y afirmara que traspasan las fronteras para "sembrar coca". En el pasado el ahora candidato ya había sido denunciado por la DAIA por reivindicar al nazismo, algo que parece confirmarse en el presente dado que entre sus seguidores figuran grupos procesados por la Justicia Federal por proclamar esa ideología mediante actos de violencia.

Arroyo y su entorno también fueron repudiados por el Sindicato de Prensa de Mar del Plata por aprietes contra periodistas que le formularon preguntas "incómodas" y por la reacción de uno de sus seguidores, el concejal José Reinaldo Cano, quien calificó de "pendeja de mierda" a la conductora de un programa de radio que lo consultó sobre los motivos de la ausencia de su jefe político.

Frente a los múltiples cuestionamientos el candidato por Cambiemos en Mar del Plata sufre cada vez más dificultades para mantener a flote su campaña, lo que lo condujo a mantener un hermético silencio y a huir del escenario público.

En las últimas horas el candidato a intendente por el Frente Renovador, Lucas Fiorini, retó a su rival a reaparecer en público para que exponga ante la sociedad sus ideas y le recordó que su "obligación" es la de someter su figura y su pensamiento a la consideración de una "ciudadanía que tiene derecho a estar informada".

Para el macrismo Arroyo aparece como una figura de alto riesgo, lo que pone en duda el desembarco de Mauricio Macri y de Maria Eugenia Vidal en las ciudad balnearia para compartir con él el actos de campaña, más aún, tras los escándalos de corrupción protagonizados por Fernando Niembro.

Arroyo es un ex director de escuela septuagenario que rechaza el uso del teléfono celular, se inscribe entre las figuras más problemáticas para la fuerza de Macri al punto tal de que en sus filas hay quienes ven con alivio la intención de su entorno mantenerlo oculto.

Candidatos a la Presidencia como Sergio Massa ya pasaron por Mar del Plata expresando su inquietud por el pasado de Arroyo, recordando sus antecedentes como hombre de la dictadura. La candidata de Progresistas, Margarita Stolbizer también fustigó a Macri por la calidad de la figura que lo representa en Mar del Plata. "Arroyo es un riesgo de ir hacia atrás, hacia un pasado que no queremos", advirtió en su mensaje a los vecinos de La Feliz.