EEUU, Brasil y ahora Argentina: Milei, ¿parte de un siniestro plan aún mayor?
Es imposible no captar similitudes y lazos entre los intentos de Golpe de Estado en Brasil con Bolsonaro y en Estados Unidos con Trump, con lo que sucede en la Argentina a raíz del fenómeno Milei. Pero atar cabos nunca fue más fácil y los orquestadores que trabajan en las sombras ahora parecen salir a la luz.
Muchos argentinos se muestran preocupados porque peligre la democracia una vez más en el país. Esto quedó demostrado a raíz de diferentes videos que se viralizaron en las redes sociales, donde ciudadanos intentan transmitir de manera genuina su preocupación por la posible llegada de Javier Milei a la presidencia.
Pero ese miedo nunca fue más fundamentado. El riesgo a la integridad de las instituciones puede percibirse a través de las experiencias que se vivieron en Brasil y Estados Unidos con líderes de ultraderecha como Milei.
En ambos casos las fake news, los ataques a edificios gubernamentales, y las infundadas denuncias de “fraude” pusieron en jaque dichas democracias. Pero nada de esto sucedió porque sí.
Todos estos ataques antidemocráticos parecieron haber estado finamente coordinados, y a pesar de haber sucedido en países distintos, las estrategias fueron realmente idénticas.
Y Argentina no parece ser la excepción. Luego de la derrota del candidato libertario en las elecciones generales comenzaron a aparecer en las redes sociales una gran cantidad de noticias falsas, muchas de ellas elaboradas con inteligencia artificial, y muchas publicadas en los masivos medios de comunicación.
Como parte de esta acción posiblemente coordinada, el propio Javier Milei salió a denunciar fraude abiertamente la entrevistas televisivas al igual que muchos integrantes de La Libertad Avanza. Incluso reconocidos periodistas hablaron de “micro fraudes” tras la victoria de Sergio Massa en los pasados comicios.
La experiencia en Brasil y Estados Unidos: un calco de la campaña de Milei
Esta película ya la vimos. Tanto en Estados Unidos como en Brasil, Donald Trump y Jair Bolsonaro, habían agitado el fantasma del fraude y habían llevado adelante una campaña repleta de fake news. Así lo vemos en estos titulares de portales de noticias.
El propio Javier Milei parece haber encarado la misma estrategia, y fue nada más y nada menos que con el ultra derechista Jaime Bayly que hizo precisamente lo mismo.
Esto sin contar claro, a los distintos referentes de La Libertad Avanza que denunciaron fraude y a los actores periodísticos en los medios de comunicación opositores, que intentaron instalar el mismo mensaje.
¿Quién está detrás de Javier Milei?
Estas maniobras no son nuevas ni son espontáneas. Y hay un nombre muy ligado a todos estos procesos y también a los libertarios argentinos.
Roger Stone es un conocido consultor político conservador estadounidense, conocido por sus campañas para los republicanos y por divulgar ideas de extrema derecha.
Fue uno de los ideólogos de la campaña de Donald Trump y por eso terminó afrontando 40 días de cárcel por haber mentido al Congreso y obstruir una investigación en la Cámara de Representantes.
El 25 de octubre, tres días después de las elecciones generales, comenzó a publicar en su cuenta de X contenidos a favor de Milei, mientras al mismo tiempo en otras publicaciones se encargaba de difamar a Massa.
Pero su último artículo lo dice todo: “El ejemplo de Javier Milei debería ser seguido por los conservadores”.
En la publicación elogia constantemente al candidato libertario argentino y hasta afirma lo siguiente: "La gente quiere que sus emociones se agiten, quieren vigor de sus representantes electos y, sobre todo, quieren líderes políticos que puedan generar cambios".
Incluso se animó a expresar: “Sólo se logrará si los líderes conservadores siguen los pasos de Trump o Milei con una retórica audaz que demonice los intereses en cuestión para provocar la desesperación nacional”.
Estas ideas de instalar a las ultraderechas en contextos de crisis y posicionarse a través de verborragia y fake news no solo ocurre en América. Sino también tenemos un ejemplo muy cercano en España con el ascenso de Vox.
Casualmente todos utilizan la misma estrategia, y los actores que actúan en unos y otros están increíblemente coordinados, y hasta en muchos casos, ligados estrechamente.