Dos días tarde, Martín Menem salió a asegurar que los audios que le atribuyen se hicieron con IA pero nadie le creyó
El Presidente de la Cámara de Diputados ahora dice que los audios donde le pedía a su tropa que "hicieran quilombo" no son reales y lo atribuyó a una campaña en su contra.
Mientras los Diputados sesionaban para aprobar un nuevo préstamo con el FMI del cual se siguen desconociendo el montó y los detalles de pago, circuló por los medios un audio de Martín Menem en un chat de legisladores libertarios donde pedía que agitaran la sesión.
Durante esa sesión hubo legisladores que intentaron reproducir el famoso audio, otros que leyeron el texto y muchos que hicieron referencia directa y Martín Menem en ningún momento negó que fuera él sino que intentó por todos los medios que no se hablara del tema.
Si en realidad fuera algo falso o armado la reacción del Presidente de la Cámara debería haber sido indignarse y aclarar el tema en ese momento. Pero se ve que tenía que pensar bien qué decir. Y ni siquiera le salió bien porque casi se le escapa que “el audio no era falso”.
Para peor hasta involucró a su hijo en la mentira lo que demuestra que la sangre no es agua y el apellido Menem lo define. Pero además el diputado dice que el hijo reconoció que esa no era su voz, bajándole el precio a una tecnología como la IA.
De todos modos, nadie le creyó.