Germán Kiczka es un tema espinoso para el Gobierno, que quiere despegarse lo más rápido posible de un entramado de corrupción, abuso de poder y pedofilia que lo mancha.

A pesar de que la detención del prófugo fue presentada por Patricia Bullrich como un logro del Gobierno, la situación complica al oficialismo.

Tanto que en LN+, Débora Plager le bajó el precio al entusiasmo de su pantalla y pidió separarlo de la cuestión personal, a pesar de haber hecho lo contrario cuando el que estaba en el ojo de la tormenta fue Alberto Fernández.