De la promesa de diez kilómetros de subte por año a la resignación sin escalas
¿Qué quedó de la promesa del actual presidente respecto a construir 10 kilómetros de subte por año? Desidia y políticas de transporte que a corto plazo no beneficiarán al subte de la ciudad.
Cuando sucedía la campaña para gobernador de la Ciudad de Buenos Aires, allá por el 2007, Mauricio Macri realizó promesas que nunca cumplió. Entre muchas de ellas, diez kilómetros de subterráneo. Hoy, casi diez años después, la línea de subte sólo avanzó dos estaciones de la línea H mientras que sufrió groseros aumentos de tarifa.
A la línea C, por ejemplo, le compraron 30 coches Nagoya 5000 de Japón con 35 años de antigüedad pero sólo llegaron 18. En la D, en tanto, se prometieron 30 formaciones con aire acondicionado. Comenzaron a incorporarse las primeras pero aún no se terminó la obra.
El presidente inauguró dos nuevas estaciones de subte de la línea H, correspondientes al tramo norte de ampliación de ese ramal. Con las estaciones Córdoba y Las Heras, el subte busca unir la zona sur de la Ciudad con la zona norte. Por primera vez y casi diez años después el subterráneo llegó al barrio porteño de Recoleta.
En dicha ocasión, el actual gobernador de la Ciudad, Horacio Rodriguez Larreta anticipó que su administración piensa en la ampliación de la red de subte con nuevas líneas, pero cuando se le preguntó cuáles, cuándo y dónde, no dio información al respecto. De hecho, cuando se ingresa al sitio del subte de la ciudad, la solapa de "Plan de expansión" no funciona.
Así que esa promesa de diez kilómetros por años que se vio opacada por inauguraciones de distinta índole respecto al transporte público. Desde la peatonalización y el transporte en bicicletas, construyéndose una importante red de ciclovías e instalándose un sistema público de rodados que no estaba dentro de las promesas de 2007 y que, además, no resultó ser una solución al problema de la movilidad en Buenos Aires, ya que apunta más que nada a quienes recorren distancias cortas.
Por otro lado, se creó desde el 2010 una serie de carriles exclusivos para colectivos llamados "Metrobus". Desde 2015 existen cuatro corredores operativos: Juan B. Justo, Nueve de Julio, Sur y Cabildo, San Martín y Autopista 25 de Mayo que aún se encuentra en construcción.
En paralelo a la línea D, se trata de una intervención de 1,1 km. de extensión, entre las calles Carranza y Thames, tramo en el que circulan unas 22 líneas de colectivos. Las obras costarán más de 450 millones de pesos.
Además existen proyectos que buscan reemplazar líneas de Subte prometidas con carriles de colectivos, tal el caso de la línea G, de la línea I e incluso de la extensión de la línea F a Avellaneda.
Líneas con demoras, cortes de servicio abruptos, horas pico imposibles y proyectos que se alejan cada vez más de una solución real. Entonces, ¿qué pasará con la línea de subte y su expansión? A mediano plazo, nada. Al parecer les resultó más económico (y tampoco tanto) realizar alternativas que poner el foco en políticas públicas de transporte reales que solucionen y agilicen el caos en la ciudad que es cada vez mayor.