Luego de una gran presentación por parte de Harvard, una de las universidades más importantes del mundo, en Boston, Estados Unidos, Cristina Fernandez de Kirchner dio una clase magistral sobre política nacional e internacional.

Con una marcada línea internacional en su discurso, la mandataria detalló, “Me gustaría hablar de lo que pasa en el mundo. De la crisis mundial que ya es más política que económica. La crisis, si uno recuerda el 2008, creíamos que había llegado porque los pobres no habían podido pagar las hipotecas. Luego nos dimos cuenta que, en realidad, los bancos habían sido los responsables. Cuando comenzamos a remontar en Argentina la crisis, llegó el conflicto en la eruozona"

Así mismo, y refiriéndose a los desmanes que causó en los países emergentes, la presidenta agregó: “Hemos sido los países emergentes los que sostuvimos la actividad de la economía mundial durante la ultima década. A partir de esta crisis , nosotros, sentimos que ante la imposibilidad de articular nuevas ideas, los países tienen a trasladar sus crisis a los países emergentes sin darse cuenta que somos nosotros los que podemos volver a impulsar la economía porque tenemos bajo nivel de endeudamiento en relación al PBI”.

El discurso fue intenso y específico. La mandataria admitió que entiende que no todos piensen igual pero “No se puede dejar contento a todo el mundo y, como Presidenta, tengo la obligación de cuidar al país”. Refiriéndose al matrimonio igualitario, el ahorro en dólares y las políticas económicas y sociales implementadas en lo que va del gobierno kirchnerista.

LAS PREGUNTAS

Las preguntas de los estudiantes no estuvieron relacionadas con la exposición de la presidenta y el tema de la escuela de gobierno sino que, al igual que Georgetown, volvieron a tener un tono marcadamente influenciado por el discurso opositor de Argentina con el dato llamativo de que se notó en todo momento que no estaban interesados en preguntar sino en editorializar, pero además, con un nivel tan precario que, la verdad, llevó a más de uno a pensar que si estos chicos con ese nivel están en Harvard, evidentemente esta alta casa de estudios tiene un nivel realmente bajo.
La primera pregunta fue formulada por un estudiante argentino sobre el “cepo cambiario” ante lo cuál la presidenta se explayó explicando detalladamente cómo funciona el sistema cambiario. Luego, un estudiante venezolano le preguntó por las supuestas persecuciones a la prensa. Otro estudiante argentino, de Gral Pico, La Pampa, le preguntó sobre la reelección.
Lin, estudiante norteamericana, le preguntó por el crecimiento de su patrimonio.
Un colombiano le preguntó por la situación de Paraguay y su relación con el Mercosur.
El momento más picante fue cuando otro argentino empezó su pregunta diciendo que se sentía un privilegiado de ser uno de los pocos argentinos que le pueden hacer preguntas y ahí Cristina salió a la pelea. Empezó por contraponer las regulaciones que rigen para el control de los medios en EEUU en contraposición al mapa de medios argentino y explicó los alcances de la ley de medios que aún sigue sin poder aplicarse por que el grupo Clarín no quiere adecuarse a la norma.
Un salteño que reside hace mucho en USA finalmente le hizo la única pregunta relacionada con la escuela de gobierno, sobre responsabilidad social empresaria.

Las preguntas de los estudiantes no estuvieron relacionadas con la exposición de la presidenta sino que, al igual que en Georgetown, volvieron a tener un tono marcadamente influenciado por el discurso opositor de Argentina con el dato llamativo de que se notó en todo momento que no estaban interesados en preguntar sino en editorializar, pero además, con un nivel tan precario que, la verdad, llevó a más de uno a pensar que si estos chicos con ese nivel están en Harvard, evidentemente esta alta casa de estudios tiene un nivel realmente bajo.

La primera pregunta fue formulada por un estudiante argentino sobre el “cepo cambiario” ante lo cuál la presidenta se explayó explicando detalladamente cómo funciona el sistema cambiario en nuestro país. Luego, un estudiante venezolano le preguntó por las supuestas persecuciones a la prensa. Otro estudiante argentino, de Gral Pico, La Pampa, le preguntó sobre la reelección. Lin, estudiante norteamericana, le preguntó por el crecimiento de su patrimonio. Un colombiano le preguntó por la situación de Paraguay y su relación con el Mercosur.

El momento más picante fue cuando otro estudiante argentino empezó su pregunta diciendo que se sentía un privilegiado de ser uno de los pocos argentinos que le pueden hacer preguntas y ahí Cristina salió a la pelea. Empezó por contraponer las regulaciones que rigen para el control de los medios en EEUU en contraposición al mapa de medios argentino y explicó los alcances de la ley de medios que aún sigue sin poder aplicarse por que el grupo Clarín no quiere adecuarse a la norma.

Finalmente, un salteño que reside hace mucho en USA finalmente le hizo la única pregunta relacionada con la escuela de gobierno, sobre responsabilidad social empresaria.