Aunque ya resulta aburrido que sean siempre los mismos “periodistas” los que entrevistan al presidente Javier Milei y que muchos preferiríamos un modo de comunicación más sincero y honesto, las declaraciones del mandatario siempre dejan qué hablar.

Después de haber dicho en foros internacionales que el salario promedio de los argentinos era de 1100 dólares y luego reconocer que no llegaba a los 500 mil pesos, Milei intentó explicar, sin éxito, el por qué de esas diferencia.

En la mañana de este miércoles Milei volvió a hablar con Majul, si, otra vez Majul, y con tal de tirarle tierra a la vicepresidente Victoria Villarruel, ratificó que la mayoría de los argentinos cobraban cerca de 450 mil pesos. Lejos de ser algo menor, según las cifras del Indec una familia necesita más de un millón de pesos para no ser pobre, lo que confirma la desaparición de la clase media.