El pasado viernes, el juez Ariel Lijo ordenó el procesamiento del vicepresidente Amado Boudou, junto con el resto de los imputados, entre los que se encuentran los Ciccone, y al respecto, el periodista Mario Wainfeld analizó la decisión del magistrado desde su sección en Duro de Domar.

Wainfeld recordó que el Vicepresidente afronta dos cargos, y explicó que uno de ellos es “la parte más floja” del procesamiento, al tiempo que se preguntó: “A mí me falta entender cuál pudo haber sido el negocio de comprar algo que en definitiva es propio del Estado, y no pagó; ósea, hacerse dueño de algo que nunca cobraste”.

“El otro cargo, que son negociaciones incompatibles con la función pública, son medidas de gobierno que el juez considera dolosas”, mencionó el periodista, al tiempo que consideró: “Ese cargo es más simple para el que ejerce la función de fiscal, porque busca un hecho de gobierno o público, que juzga que es injusto, y le atribuye dolo; aunque todo tiene que ser probado, ya que de momento es un procesamiento”.

Por su parte, Wainfeld expresó que le pareció una novedad que el juez incluya a los Ciccone en el procesamiento, ya que en un principio estaban citados en la causa como víctimas, mientras que ahora fueron ubicados como responsables en las coimas. De todos modos, remarcó que tanto desde los medios como desde los sectores de dirigentes opositores, los siguen tratando como víctimas.

Del mismo modo, el periodista explicó que se trata de una primera instancia, y que se puede y se va a apelar. En cuanto a los tiempos, sostuvo que “va a ser difícil que haya una resolución de cámara este año”, mientras que sobre las repercusiones, indicó: “Las consecuencias jurídicas son largas, pero las consecuencias políticas son inmediatas, y vienen ligadas a cuestiones de opinión pública.”

Además, el analista político de Duro destacó que por medio de esta causa se demuestra que “el sistema judicial funciona, ya que se está acusando al vicepresidente de la Nación”, al tiempo que se desmiente la supuesta “falta de libertad de expresión” que los medios opositores de denuncian, mientras “hacen cola para publicar sobre este tema, discutir e inventar”.

“Lo que queda pendiente, es la enorme asimetría que hay entre el juzgamiento inmediato de los medios y la resolución judicial de las cuestiones”, reflexionó el periodista, y concluyó: “Si estas cuestiones no se resuelven en un lapso razonable, algo parecido a la impunidad hay, porque en realidad cuando se decida sobre la suerte de Amado Boudou, ya no va a ser una figura poderosa de la Argentina; entonces si hay un problema con la sanción mediática, sería un paliativo imprescindible, que la justicia terminara los pleitos en un plazo razonable”.