Claves del conflicto entre Scioli y los docentes
Con judicialización de por medio, la negociación salarial entre el gobierno bonaerense y los maestros se endureció respecto de años anteriores. Esta nota busca revisar cuáles son los aspectos que desencadenaron esta situación.
Los docentes bonaerenses cumplen su decimocuarto día hábil de paro el martes. En tanto, el gobierno provincial trató de cerrar la paritaria por decreto, a la vez que pidió apoyo judicial para que se reanuden las clases. En este momento se dialoga por una nueva reunión que reabra la paritaria.
Si bien en los últimos años las negociaciones salariales siempre generaron una puja importante entre gremios docentes y gobierno provincial, en este 2014 se experimenta una radicalización en las posturas y en la necesidad de ambos de salir victoriosos.
Repasemos, brevemente, los diversos factores que confluyeron para derivar en un conflicto de estas magnitudes:
Aumento a la policía: una de las referencias recientes de negociación salarial bonaerense fue el incremento del 50% que llevó al mínimo policial a 8750 pesos en diciembre pasado. Independientemente de la validez del reclamo y del cuestionable método extorsivo de la fuerza, el porcentaje de aumento se volvió una referencia ineludible para cualquier negociación salarial en la provincia.
Devaluación y precios: uno de los factores principales y que atraviesa a todas las paritarias es la depreciación del peso de casi 19% en enero y el posterior aumento de precios. Más allá de responsabilidades o esfuerzos del gobierno Nacional por cuidar los precios, la última escalada inflacionaria incrementó considerablemente las expectativas que depositan los trabajadores en el porcentaje de aumento salarial.
Los docentes venían con cierres a la baja: en 2012 los gremios aceptaron 20,8%, a penas por arriba de la pauta que el gobierno Nacional había resuelto por decreto en docentes. En 2013 no hubo acuerdo y Scioli, al igual que ahora, decretó un aumento del 22,6%, bastante por debajo de lo pretendido. Más tarde, y con elecciones mediante, los gremios celebraron un módico 2% más y el estrechamiento de los tramos en que se dio el aumento. En definitiva, el año pasado finalizó con un incremento de 24,6%, cerca de la media de los otros sindicatos, pero con una nueva tendencia a la baja, si se analiza el salario real.
Demoras en el pago y anuncio de recortes en 2012: Scioli había anunciado que no podría pagar completo el medio aguinaldo de junio de todos los estatales. Esto generó un fuerte rechazo de los gremios que amenazaron con un paro. Además hubo rumores de recortes en el presupuesto docente, que terminaron con la renuncia de la titular de Educación. En 2013, año electoral, no hubo problemas serios en los pagos. Pero el recuerdo de los sucedido en 2012 socavó la confianza de los trabajadores docentes con su empleador, en este caso el Estado.
Kirchnerismo vs Scioli: en distintas oportunidades, funcionarios que responden al gobierno nacional expresaron sus diferencias con la administración de Daniel Scioli, lo que debilitó la situación del gobernador. Gremios oficialistas como opositores tuvieron mayor margen de acción para avanzar en los reclamos de las bases. Esto se vio reflejado sobre todo en 2012, cuando la provincia tuvo problemas presupuestarios para enfrentar el pago de salarios. En 2013, las elecciones le dieron a Scioli un marco, si bien moderado, de mayor contención económica y política.
Bases comprometidas, gremios que responden: si bien los docentes han sido históricamente uno de los sectores más comprometidos en materia de movilización, en 2014 la unidad entre voluntad de acción y decisión de las cabezas del frente gremial, pareciera ser más sólida que en otras oportunidades. Entre otros dirigentes, el titular de SUTEBA Roberto Baradel pagó cierto costo en las elecciones del sindicato por no haber sido más duro en la negociación paritaria del año pasado. Lo que obliga a los gremios a estar firmes. Por otro lado, la adhesión al paro de la semana pasada en La Plata, así como en las diversas movilizaciones en varios partidos de Buenos Aires, demuestra el nivel de compromiso de los docentes en mantener el paro.
A Scioli le saldría caro ceder: el gobernador bonaerense sabe que los ojos de todos los gremios de su provincia, y de los que evalúan su figura presidenciable, están atentos a ver quién sale victorioso en esta puja salarial. Tal vez por esto y porque sabía que los docentes no acatarían, es que se lo vio tan preocupado cuando anunció el aumento por decreto. Una derrota en la paritaria docente, podría poner en jaque su candidatura entre los sectores del empresariado, que esperan un dirigente que pueda hacerle frente a los sindicatos. Por otro lado, Daniel Scioli no sólo tiene problemas con docentes. Salud realiza paros todas las semanas, y no son pocos los gremios que están en la misma situación en la provincia.
La paritaria de los docentes bonaerenses suele ser una de las más importantes para la gobernación provincial. Si bien no es el primer año en que las clases no comienzan por la falta de acuerdo, los factores antes mencionados permiten ver por qué todavía el conflicto no se resuelve.