Lo de Alfredo Leuco ya supera todo lo que uno puede aprender en una escuela de periodismo. Lo importante nunca es la pregunta sino la respuesta del invitado y, en todo caso, la repregunta.

Claro que esos conceptos básicos corren cuando uno hace una entrevista en serio y no cuando lleva a un invitado sólo para adularlo y quedar bien con el jefe.

Todavía estamos tratando de entender qué habrá querido decir el "periodista" con eso de "una actitud tan gritonda".