Los centros hospitalarios se encuentran desbordados en Mogadiscio, mientras los servicios del emergencias, apoyados por el Ejército, continúan la búsqueda de víctimas entre los escombros de viviendas derruidas por las fuertes explosiones, tras uno de los peores atentados de las últimas décadas en el país africano. 

Algunos países, como Turquía o Kenia, ofrecieron ayuda médica para atender a los más de 350 heridos del atentado ocurrido en Somalia, supuestamente perpetrado por el grupo yihadista Al Shabab, según reportó la agencia de noticias EFE.

"Todavía hay una operación de ayuda nacional en curso", señaló el ministerio de Información en un comunicado, en el que advierte que el número de fallecidos podría aumentar en las próximas horas.

"Casi todas las víctimas heridas tienen serias heridas, el horror es indescriptible", contó una enfermera del Hospital Medina en una entrevista radial con la emisora Shabelle.

El atentado golpeó el sábado al hotel Safari y a un concurrido mercado de Mogadiscio, por lo que la mayoría de los fallecidos eran civiles, principalmente vendedores ambulantes que comerciaban en una de las calles más transitadas de la ciudad. 

La primera explosión se produjo junto al hotel Safari, en una de las zonas más populares de la capital y sede de oficinas gubernamentales, hoteles y restaurantes.

El segundo ataque, con idéntico 'modus operandi', se llevó al cabo al lado de un concurrido mercado situado junto a la antigua sede de la aerolínea nacional Somalia Airlines en el distrito de Wadajir.

El presidente de Somalia, Mohamed Abdullahi Farmajo, decretó tres días de luto e hizo un llamamiento urgente a la población para que donase sangre a los hospitales, que están desbordados tratando de salvar la vida a los heridos.

Si bien los medios locales y analistas dan por hecho que la milicia Al Shabaab está detrás del atentado, el grupo islamista que busca instalar un Estado confesional en el país aún no reclamó su autoría.

La milicia islamista, que se afilió en 2012 a la red internacional de Al Qaeda, controla parte del territorio en el centro y el sur del país y aspira a instaurar un Estado islámico de corte wahabí -una interpretación extrema del islam sunnita- en Somalia.

Este país del este de África vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra que responden a los intereses de un clan determinado y bandas de delincuentes armados.

(Agencia Télam)