Al cumplirse 22 años de atentado a la Embajada de Israel, familiares de víctimas se reunieron para reclamar ante funcionarios nacionales e israelíes "una investigación seria y responsable que determine quiénes fueron los autores y los cómplices" del ataque contra la sede diplomática ocurrido en 1992.

El acto se desarrolló en la plaza seca construida en el lugar donde se levantaba la Embajada, en la esquina de Arroyo y Suipacha, junto a autoridades de esa representación diplomática y familiares de las víctimas.

"Cada 17 de marzo es un momento de gran frustración, porque no hay culpables ni detenidos ni acusados ni condenados. No sólo con respecto a los autores, sino también a los nefastos socios de la infamia y sus cómplices", afirmó Carlos Usevich, representante de familiares de las 29 víctimas.

Por su parte, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, afirmó que "es uno de los hechos terroristas más trágicos del país, junto al atentado de la Amia. Tarde o temprano la Corte Suprema de Justicia llega y aparecerán elementos testimoniales, pruebas documentales que ayudarán a condenar a los culpables".

Además agregó que Argentina “participa en todos los organismos de lucha contra el terrorismo internacional. A todo nivel, políticas criminales y legislativas”, sostuvo y agradeció: “Le quiero agradecer a los familiares que en esta ocasión le agradecieron a la presidenta y a todo el arco democrático, por haber logrado en el 2011 sancionar la ley de los beneficios reparatorios”.

Del acto por el nuevo aniversario participaron el presidente de la DAIA, Julio Schlosser; el vicepresidente de la AMIA, Pablo Reisman; los diputados nacionales Hermes Binner (FAP) y Juliana Di Tullio (FPV); el senador nacional Ernesto Sanz (UCR), y representantes del gobierno de Israel.

La ceremonia comenzó a las 14.50, hora en que ocurrió el ataque con el sonido de una sirena, en la esquina porteña de Suipacha y Arroyo. La ceremonia es encabezada por el director general adjunto para América Latina y el Caribe de la Cancillería, Itzjak Shoham, y la embajadora israelí en la Argentina, Dorit Shavit.