"Iniciamos un nuevo canje para pagar en Argentina y bajo ley argentina"
El titular del Palacio de Hacienda explicó con detalle los peligros que el fallo de Griesa representa para nuestro país: "No podemos permitir que nos impidan honrar nuestros compromisos con el 93 por ciento que sí acordó la reestructuración de deuda", afirmó Kicillof. Mañana se presentará en el Congreso.
Tras el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos que benefició a los fondos especulativos -o buitre-, el ministro de Economía, Axel Kicillof anunció que reabrirán un nuevo canje para pagar la deuda con legislación local.
Este miércoles será el día elegido para concurrir al Congreso Nacional y presentar esta propuesta a los legisladores. Además, aseguró que enviarán "abogados a hablar con el juez Griesa" para pedir explicaciones por los dichos del magistrado sobre no tener intenciones de hundir a la Argentina y, al mismo tiempo, firmar un fallo con intenciones claramente opuestas.
"Argentina desde 2003 está pagando todos los vencimientos de su deuda reestructurada. Argentina quiere seguir pagando y la situación que se da es que algunos no la quieren dejar pagar", sentenció el ministro sobre las intenciones de mantener los pagos con los bonistas que entraron en la reestructuración.
"Quédense tranquilos, esto está todo estudiado en profundidad. Se tomaron las medidas para impedir que la reconstrucción de la situación financiera de la Argentina esté en riesgo por pequeños grupos que no buscan otra cosa que jaquear a los países", afirmó el ministro.
"El Gobierno no tomó esta deuda ni la defaultió. Pero ha tenido principios férreos que dicen que la capacidad de pago tiene que ver con el crecimiento. Se han tomado todas las medidas para impedir que la reconstrucción de la deuda argentina entre en riesgo por un pequeño grupo de bonistas que quieren jaquear al país", explicó el funcionario sobre las intenciones de los fondos especulativos.
Kicillof argumentó que la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de rechazar el tratamiento del reclamo argentino, va en línea con quienes "quieren tirar abajo la reestructuración de la deuda argentina" que no tuvo precedentes -81 mil millones de dólares, con una quita de casi 70 por ciento y sin intervención de organismos financieros internacionales- y dejó en claro que "vamos a tomar todos los recaudos para pagar nuestra deuda reestructurada".
De las palabras de Kicillof se desprende que el Gobierno no está dispuesto a "hacer cualquier cosa, a arreglar bajo cualquier condición" sino que mantendrá "los principios que guiaron la reestructuración", a la cual calificó como "uno de los pilares centrales del crecimiento que ha tenido el país estos años".