Macri de espalda a la República
Desde 1983 a la fecha todos los Presidentes necesitaron en forma inmediata, sin solución de continuidad, recurrir y convocar al Congreso de la Nación para sus primeras medidas, a la vez de sentar las bases de lo que sería su futura gestión.
- Alfonsín a días de asumir convocó a sesiones extraordinarias para tratar una serie de proyectos de ley sobre cuestiones que consideraba fundacionales. Lo eran referidos a derechos humanos, modificación de código militar, Plan Alimentario Nacional, modificaciones al Código Penal entre otros.
- Menem toma posesión de su cargo e inmediatamente envía para su tratamiento lo que sería un pilar de su gobierno como fue la Ley de Reforma del Estado que es promulgada diez días después, el 18 de julio de 1989.
- De la Rua jura e inmediatamente convoca a sesión extraordinaria a partir del 13 de diciembre de 1999 para tratar leyes referidas a modificaciones impositivas, contrabando, lavado de dinero, evasión, etc.
- Al asumir Duhalde el Congreso había prorrogado su periodo de sesiones ordinarias. Envía inmediatamente dos proyectos fundamentales y cinco días después se sancionaba la derogación de la Ley de Convertibilidad y posteriormente la de Pesificación Asimétrica.
- Néstor Kirchner aprovechando que el Congreso estaba en su periodo de sesión ordinaria mediante cadena nacional pide a Diputados y Senadores se active el juicio político a la Corte. En tanto sesenta días después ya era ley la Nulidad de Obediencia Debida y Punto Final.
- Cristina Kirchner pese a encarnar la continuidad de un proyecto que al momento de asumir su primer mandato ya tenía cuatro años y medio de desarrollo, convoca a sesiones extraordinarias a partir del primero de febrero para tratar la Ley de Nombre para que los hijos lleven el apellido del padre y madre, modificaciones al Código Penal referidos a delitos de robos de niños, pornografía infantil y prostitución, sobre transferencia progresiva de juzgados penales a la ciudad de Buenos Aires, entre otros.
Incluso cuando asume su segundo mandato convoca a sesiones extraordinarias hasta el 31 de diciembre de ese año para tratar distintas materias impositivas, la ley sobre propiedad de tierras en manos de extranjeros, el de Papel Prensa declarando de interés la fabricación y distribución de papel para diarios, etc.
En síntesis, como no puede ni debe ser de otra manera todos los Presidentes en forma inmediata apelaron al Congreso convocándolo incluso a sesiones extraordinarias si la época del año así lo exigía. (1)
A pesar de haber asumido con el discurso del respeto a las instituciones y en una coyuntura que según sus propias afirmaciones demanda de medidas urgentes, Macri es el primer Presidente constitucional que expresamente manifiesta que no convocará a sesiones extraordinarias del Congreso. Si tomamos en cuenta que el periodo de sesiones ordinarias comienzan en marzo del año próximo, nos encontramos que en sus primeros, más importantes y fundacionales ochenta días de gestión, Macri desiste del instrumento republicano por excelencia, y del ámbito natural de debate y diálogo como son las cámaras de Senadores y Diputados de la Nación.
Esta actitud dispara algunas inquietudes muy preocupantes.
Mintieron hablando de una crisis y urgencia que no existe, o aún no saben que hacer, o van a tomar medidas ignorando al Congreso al margen de la República, evitando un debate que se les hace muy difícil de sostener por la dirección que le imprimirán a su gestión y a los intereses que van a defender.
En los próximos días los hechos nos darán la respuesta.
De todas formas debo reconocer que no está dicha la última palabra. Aunque Macri en este tema fue explícito al afirmar que no convocará a sesiones extraordinarias no podemos descartar que cambie de opinión. En tan poco tiempo ya lo hizo tantas veces ...
(1) Por Art. 63 de la Constitución Nacional solo el Presidente de la Nación puede convocar a sesiones extraordinarias del Congreso.