Macri con viento de cola mundial y pegando palos
La economía internacional sigue creciendo a un ritmo trimestral del orden de 3% anualizado, esta es la mayor jerarquía de crecimiento del mundo desde la crisis global del semestre trágico de 2008-2009. La tasa de interés del bono de los EE.UU. a 10 años paga 2.35%, pero nosotros abonamos casi 3 veces mas en forma externa y 12 veces en Lebacs, con el dólar a $17. Después de pagarle a los fondos buitres. Si seguimos así, vamos por el camino de Brasil- superintendente regional que asume más problemas- y puede devenir una estampida si llega a detonar su deuda pública, que ya trepa a 73 puntos del PBI.
Desde que llegó Macri se enfrascó en cierta incoherente erudición anti inflacionaria que aplica altas tasa de interés, déficit fiscal y endeudamiento creciente. Lo único que hubiera salvado los porotos sería el control del aumento generalizado de los precios. Eso fue lo que favoreció al tándem Menem-Cavallo. Sin embargo no solo la inflación no se pudo controlar, se disparó arriba de 40% en 2016, y en 2017 el nivel general acumula en un semestre mas de 12%, siendo la inflación de los últimos 12 meses alrededor de 23%. Esto significa que recién después de 18 meses de índices superando los 15 años precedentes, la administración Macri alcanza el promedio de Axel Kicillof, tan duramente criticado por todo el actual y renunciante equipo económico.
Toda la oposición debería postular un urgente regreso a la sensatez, proponiendo el regreso de un Estado con sensibilidad social, generando actividad económica y empleo ya mismo. Las evidencias empíricas indican que la fuerte caída del desempleo entre 2003-2008, coincidió con superávit fiscal, luego de la implosión del modelo neoliberal “a la argentina” que parece retornar con muchas caras del pasado. El oficialismo ahora propone un modelo parecido al de Colombia, Perú o Chile, con énfasis en la inflación-mas de lo mismo-, haciendo caso omiso a la pésima distribución del ingreso que estos países exhiben. Quieren apertura incondicional de la economía-lo único que crece fuerte es la importación de productos- y un Estado menos regulador, despreocupado de la injusticia social, tal como vemos en esas naciones que respalda este razonamiento con la afluencia de sus ciudadanos que viven en nuestro país-aun hoy, están mejor aquí que en sus países-. Finalmente, el oficialismo va avanzando a un modelo más Pro-mercado entregado al mundo desarrollado (no integrado al mundo) a cualquier precio, dispuesto a realizar todas las genuflexiones soberanas y reformas económicas estructurales que posibilitarían que la Argentina dejara atrás todas las conquistas sociales alcanzadas desde 1945. Parece difícil que lo puedan lograr, verificada la dinámica que esta tomando la crisis social.
Los economistas y CEOS que con sus gestiones han “privatizado los ministerios públicos-son de ellos”, la mayoría de ellos nunca pagó quincenas en una fábrica, no aspiró pintura, ni pasó por el medio de un tumulto de operarios metalúrgicos enojados. Los convencidos abrevan de los autores más dogmáticos, los conciben como si fueran científicos referentes para imprimir programas lineales, intentando que la vida se parezca a lo que han leído. Súmele personeros del pseudo periodismo prosaico, inclusive ahora mismo están incorporando doctores vulgares y cínicos a la mesa nocturna de la TV basura. Todo para seguir este juego fantasioso de un héroe que vino a cambiar el país, en lugar de un inconciente cuya crueldad parece no tener limites. Es mas, los amarillistas más impunes se atrevieron a disfrutar situaciones desgraciadas como la de Pepsico generadas por esta excéntrica locura de “dar palos”. Del poco pensar en el costo social y del mucho encerrarse en sus intereses, se les ha escurrido el cerebro. Acaban de perder el juicio al ignorar la brutal represión en la planta de Pepsico, mientras el presidente planeaba la campaña con sus colaboradores, minimizando la situación, según titula Liliana Del Franco en Ámbito Financiero. Para finalizar suave, un intercalado pasaje de Don Quijote de la Mancha: “Y viendo don Quijote lo que pasaba, con voz airada dijo: Descortés caballero, mal parece tomaros con quien defender no se puede;…yo os haré conocer ser de cobardes lo que estáis haciendo”.