KICILLOF + MARTINEZ DE HOZ + CAVALLO
Algunas arritmias se asocian con eventos adversos. La del atosigado presidente, coincide con la necesidad de evitar un estallido social en menos tiempo que De la Rua. Cuando Macri tomó el poder tenía una agenda impuesta incontrovertible. Arrancó devaluando, eliminó las retenciones, ajustó las tarifas, arregló con los fondos buitres y subió las tasas en forma violenta. Nunca mostró un programa económico, lo único planeado fue atender las emergencias de su esponsorización y mecenazgo para evitar que le “suelten la mano”. En su apuro por satisfacer a lo “uno”, subestimó el impacto negativo de lo “otro”. Inexcusable impericia técnica de un equipo ortodoxo, al cual se le “escapó la tortuga” (la inflación). El resultado, un golpe en la masa salarial real, y fuerte caída de la imagen presidencial en las encuestas de opinión.
El nivel de actividad del segundo trimestre se hizo pomada, contrayéndose a un ritmo anualizado de alrededor de 7%. La meta de inflación del 20/25% que alardeó Prat Gay para todo 2016 será alcanzada en solo 6 meses. La inflación de mayo fue 3.5%, y junio podría estar alrededor de 3%, con lo cual la inflación permanecerá en 45% anual por varios meses, es decir el doble de la inflación de Cristina Fernández.
¿Que hacia el marxista de Kicillof en estos casos? – Pues, lo mismo que van a hacer los capitalistas de Macri. Una política fiscal expansiva y una política monetaria más laxa para acelerar el consumo y el nivel de actividad, nuevos subsidios sociales, y medidas para evitar despidos. Macri les está pidiendo a sus ministros gastar más, mientras se registra una enorme caída real de la recaudación (eso le paso a Cavallo en Octubre de 2001). Van muy rápido. En el primer cuatrimestre los ingresos crecieron muy por debajo de la inflación. En mayo, la recaudación creció sólo 17%-sin Seguridad Social-, y la inflación del período fue del 40/45% anual. Todo indica que el ritmo de gasto, podría llegar a 6.5% del PBI, mas de 2% que el ultimo año de Cristina Fernández. Al “despilfarro” en gasto social, se le suma ahora el Programa Nacional de Reparación Histórica para Jubilados. Este paquete previsional incrementará el gasto público en 2016.
La pregunta es: - ¿No que la política fiscal expansiva ya no tenía efectos sobre el nivel de actividad y el empleo privado que venia estancado por años? – Entonces ¿por qué ahora podría ser distinto?
Ya se. Con este gobierno habría menos "choreo" (tal como lo definió el distinguido ministro Prat Gay), por lo cual, con el mismo gasto en obra pública, habría más impacto sobre el nivel de actividad que con Cristina. ¡Que disparate!
Yo pensé que era probable que el multiplicador de la política fiscal fuera mayor que por el mejor clima de inversión y la confianza que esta administración acercaría a la Argentina, pero el Banco Wells Fargo recomienda “no invertir” en Argentina.
Según los monetaristas el problema de toda política fiscal expansiva, es su financiamiento, y aquí conviene recordar que los montos a financiar son desorbitados.
El déficit fiscal primario de la Nación podría alcanzar 6.5% del PBI en 2016, mientras que el pago de intereses de la deuda pública suma 1.3%, a eso hay que añadirle las amortizaciones, mas el déficit de las provincias del orden de 0.7% del PBI y el déficit cuasi fiscal de 2% del PBI. Con todo, la Argentina tiene un déficit fiscal global mínimo de 10.5% del PBI, explosivo como el de Brasil.
Lo peor de todo es que el pago a los fondos buitres ha permitido el acceso al crédito externo. Argentina ha podido colocar deuda en el mercado internacional a tasas altas, y ahora ha posibilitado el endeudamiento de las provincias. Ya hay 11 provincias colocando deuda en los mercados globales. Es que el acuerdo con los fondos buitres (que funcionaba como un CEPO al endeudamiento) abrió la caja de Pandora para endeudarse. Como lo demostraron Martínez de Hoz y Cavallo, la deuda es un instrumento peligroso para suplir la falta de ahorro del sector público. Recuerde que la crisis de la Convertibilidad, tuvo que ver con el abuso del endeudamiento externo y con que no se atendieron los efectos regresivamente redistributivos del modelo, como el desempleo y el cierre de industrias. Lo peor es que este Gobierno arranca con un bajísimo nivel de deuda, por eso de ahora en adelante al decir de Lavagna: vamos a tener “un festival de bonos. Además, hay que darle a la maquinita para comprar un dólar planchado (como Cavallo y Martínez de Hoz).
En otro orden de cosas, si el BCRA quiere evitar que siga creciendo el stock de LEBAC que hoy representa el 92% de la base monetaria (están alcanzando otra base monetaria que paga intereses), tiene que emitir para pagar los intereses de las LEBAC y evitar los riesgos de seguir la refinanciación eterna, ya que en las próximas 5 semanas vencen $ 375 mil millones. Si esto no para, el stock de LEBAC seguirá creciendo, además de dejar sin crédito al sector privado.
El volumen de endeudamiento interno y externo comienza a generar dudas sobre la sostenibilidad de la deuda a mediano plazo. Conviene ser conscientes de que la dependencia del endeudamiento externo, hoy nos vuelve vulnerables a los cambios en las condiciones de liquidez mundiales, y la inminente y planeada suba de la tasa de interés de la Fed.