Futuro
“Me interesa el futuro”, dice Woody Allen, “porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida.” El futuro y un acto fallido premonitorio constituyen las dos vigas centrales de la nota.
Según Wikipedia “se llama acto fallido (también conocido como desliz freudiano) a aquel acto que pone de manifiesto una expresión diferente e incluso contraria a la intención consciente del sujeto. Puede presentarse en la acción, en el discurso verbal o en un gesto.”
Aquella noche del 25 de octubre del 2015, la sorpresa de la noche, una emocionada María Eugenia Vidal adelantaba el futuro a través de un acto fallido que homenajea el hallazgo de Sigmund Freud, cuando dijo: “Esta noche estamos haciendo historia... Esta noche hicimos posible lo imposible: cambiamos futuro por pasado” El acto fallido fue la aseveración más verídica que un funcionario del PRO expresó en más de dos años de gobierno. En estos 26 meses el macrismo usa como denominación exactamente lo contrario de lo que encierra su contenido. Mienten metódica y sistemáticamente. Hablan de transparencia y casi todos sus comportamientos son oscuros. Enarbolan como bandera la verdad y el meollo de su discurso es la mentira. Sostienen el recurso del diálogo e imponen la extorsión y el chantaje. Se llenan la boca con gobernar mediante el consenso y en realidad a lo que más recurren es a la imposición. Se embanderan con la libertad de prensa y lentamente acallan las voces opositoras. Hacen gárgaras con un republicanismo al que reducen a cartón pintado. Hablan de la independencia del Poder Judicial y llevan al Consejo de la Magistratura para ser juzgados y desplazados a los jueces que no se alinean con sus intereses y negocios. En un uso eufemístico del lenguaje, denominan conflictos de intereses al hecho muy poco ético, para no decir corrupto, de estar en ambos lados del mostrador. Endeudan al país a límites impagables para financiar en buena parte la fuga de capitales, el atesoramiento, el turismo y la remesa de utilidades, y eso les merece el autoelogio de la confianza y el reconocimiento que el mundo tiene hacia el gobierno argentino, abonando tasas de interés superiores a los países vecinos.
Su lenguaje plagado de “de vuelta” violenta las lógicas más elementales: mientras arrasan con derechos obtenidos con luchas, movilizaciones y muertos, son dóciles con los poderosos de EE.UU o Francia que siendo gobiernos muy capitalistas protegen a sectores no competitivos como el del biodiesel en EE.UU o los productores de carne en Francia.
Imperturbables ante las lecciones prácticas que les infringen los gobiernos de los países que admiran, se arrodillan y piden disculpas ante los empresarios españoles que practicaron en las empresas privatizadas en Argentina una política extrema de pillaje.
Sostenía Vidal: “Esta noche estamos haciendo historia... Esta noche hicimos posible lo imposible: cambiamos futuro por pasado”. Un futuro que no está delante sino muchas décadas atrás. Un futuro anclado a principios del siglo XX, con demolición de la industria de sustitución de importación. Un futuro sin el INTI estatal y en camino de ser tercerizado. Un futuro en materia laboral anterior al nacimiento del peronismo. Un futuro donde al mentiroso Ministerio de la Producción lo asesoran funcionarios de la Cámara de Importadores.
Sostenía Vidal: “Esta noche estamos haciendo historia... Esta noche hicimos posible lo imposible: cambiamos futuro por pasado”. Es la misma Vidal que cumple su palabra: “Ordenó el cierre de 39 escuelas rurales y otras 8 en el Delta”. A su vez se limita hasta la imposibilidad el acceso a las escuelas nocturnas para mayores de 18 años.
La enorme reacción que despertó la primera medida llevó a que la gobernadora diera vuelta atrás, lo que demostró otra vez la filosofía de “si pasa, pasa”. El sólo intentar abordar una medida de semejante barbarie califica la catadura moral de quien la toma.
Pero medidas como estas se reiteran en distintos lugares de la geografía bonaerense. En Morón se intenta cerrar las escuelas Ramón Carrillo y Mi Futuro, para niños sordos y con discapacidad intelectual.
Casi simultáneamente se hace una reforma impositiva en beneficio de los empresarios y se reduce a la insignificancia el impuesto a los bienes personales, el ajuste impiadoso llega hasta la calidad de la comida distribuida en las escuelas o a la distribución de los medicamentos gratuitos a los jubilados, o a los subsidios por discapacidad.
Es la misma María Eugenia Vidal, “Mariu” para sus íntimos, que no aceptó que ninguna fábrica cerrada continuara en actividad autogestionada por sus trabajadores que quedaban en la calle.
Sostenía Vidal: “Esta noche estamos haciendo historia... Esta noche hicimos posible lo imposible: cambiamos futuro por pasado”
Es el gobierno de Mauricio Macri que disminuye el presupuesto de Ciencia y Tecnología, y restringe el acceso al CONICET.
Sostenía Vidal: “Esta noche estamos haciendo historia... Esta noche hicimos posible lo imposible: cambiamos futuro por pasado” En la Capital Federal, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta hace lo imposible para terminar con el funcionamiento del Colegio Isauro Arancibia que recoge, enseña y alimenta a chicos de la calle y trata de jubilarla a su extraordinaria directora Susana Reyes.
Sostenía Vidal: “Esta noche estamos haciendo historia... Esta noche hicimos posible lo imposible: cambiamos futuro por pasado”
Ya lo decía Mauricio Macri cuando en un sincericidio afirmó con relación a las universidades del conurbano: “¿Qué es esto de universidades por todos lados? Obviamente muchos más cargos para nombrar. Acá hay que hacer jardines de infantes. Acá falta que todos los chicos tengan la oportunidad de ir al jardín de infantes. Basta de locura.” Dos años después, los tres mil jardines prometidos son un espejismo y el Ministro de Educación Alejandro Finocchiaro promete ahora que para el 2019 se harán en total 100 jardines de infantes. Según el Instituto Marina Vilte, de CTERA, se encuentran en ejecución obras en apenas 52 jardines, de los cuales 17 corresponden a licitaciones lanzadas durante el gobierno de CAMBIEMOS.
En el mismo terreno, las promesas de la construcción de escuelas se han reducido a la construcción de aulas en escuelas ya existentes.
Sarmiento, no María Eugenia Vidal, afirmaba enfáticamente: “Cada vez que se abre una escuela, se cierra una cárcel”.
Un futuro que el presidente diseña bajo la consigna “Estamos para cortarles el césped a los inversionistas y que ellos metan los goles”
Si en plena crisis del 2001, hubo cipayos que proponían una banca off-shore, 17 años después el país es gobernado por accionistas de empresas off-shore.
Michel Foucault definía a la política como “la disputa por el sentido de una sociedad”
¿Cabe alguna duda de cuál es el sentido de la sociedad a la que aspira CAMBIEMOS?
¿Será necesario un nuevo acto fallido para que algún funcionario macrista reconozca que el país avanza económicamente hacia el abismo?
En una ocasión, a Mahatma Gandhi le preguntaron por qué si era tan pobre la India seguía gastando en educación. El padre de la independencia de la India les contestó: “Precisamente porque es pobre, la India no puede darse el lujo de no invertir en educación”
En cambio, en la Argentina, lejos de la sabiduría de Gandhi, sí se puede entonces cambiar futuro por pasado. Vidal cumple, ¿Macri dignifica?