Caputo, la naturalización de la avaricia y la mentira
El hombre se cruza de gambas y te dice que una “off shore” es lo mismo que una caja de seguridad. Aranguren que le compra a Shell, te dice que vendió sus acciones, pero deja su dinero en el exterior porque no confía en Argentina. Inversiones “ni sueñes”, y los prestamistas empiezan a debatirse entre ganar un puntito más que en otro país y fumarse otro default potencial. El peronismo decepciona y desconsuela a los ciudadanos no oficialistas que no ven una oposición sólida, ni diputados y senadores que denuncien las obscenas trapisondas presentes en los tribunales ó pidan la intervención de fiscales. Solo están especulando política y electoralmente, y al pueblo “que Dios lo ayude”. Si todo sigue así, habrá que legislar la prohibición de salida del país de todo funcionario público, en forma permanente, por un periodo de 4 años.
La vocación de poder es imprescindible, pero lo único que muestran los políticos opositores hoy, es que solo saben ser oficialismo. Alguien me dijo: “Caputo no le dura un solo round ni al chavo del 8”, pero fue al Congreso-cuando se le dio la gana, fingió, inventó, embrolló-se les mofó en la cara a todo el país, y terminó la interpelación cuando él quiso. Vienen a mi mente dos locuciones pensando en la naturalización de las guaridas fiscales-el dinero fuera del país y la mentira crónica-sistemática:
1.- "No hay nada malo en cuanto a la codicia. Yo quiero que ustedes sepan esto. Yo creo que la codicia es sana. Se puede ser codicioso y aun así estar bien con uno mismo"(Gordon Gekko-personaje-, Oliver Stone-director, Wall Street, 1987).
2.- “Cuando vos seas gobierno hace lo que vos creas, pero no lo digas ahora en medio del debate” (Consejo de Duran Barba a Sturzenegger)
Luce como que una yuxtaposición de avaros y mentirosos se hubiera apoderado del país. Gran parte de la ciudadanía justifica la mentira de los políticos y la corrupción de los empresarios. La misma horda que lincha un moto-chorro y estigmatiza a un niño que pide, en vez de ir a trabajar.
Retomando la oposición, hoy está pisando el palito otra vez cuando dice: “Hay 2019”. Dejaron entrar el caballo de Troya de Duran Barba, con una presunta reelección de Macri. -¿Cómo sabemos que el presidente cuya cultura del ocioso lo expone a “vacaciones permanentes” quiere seguir gastando su precioso tiempo de vida restante en gobernar, o si puede o si tiene chances de ser reelegido en octubre de 2019?- La oposición “se comió el amague”. -¿Que 2019?- “No te jactes del día de mañana, porque no sabes qué traerá el día”. Oigan ahora, ustedes que dicen: “Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y pasaremos allá un año, haremos negocio y tendremos ganancia” ¡Oíd ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que vienen sobre vosotros. (La Biblia). Además de lo que Dios dice, estamos en un país donde los problemas existentes pueden detonar antes de octubre de 2019.
Con menor endeudamiento y un equipo técnico mil veces más prestigioso en los mercados internacionales, más acreditados académicamente, con el 10% de los desaciertos de Macri y el 1% de los presuntos hechos de corrupción que ya trascienden, no hubo 2003. En defensa de la Alianza diré que se los ha acusado de muchas cosas, pero no de ignorantes. De la Rúa intentaba cambios porque pensaba en mantener la gobernabilidad del sistema, no en la reelección. -¿Ya se olvidaron de diciembre de 2017?- Porque cada vez que escuchamos al gobierno hablar del triunfo de octubre, se olvidan de decir que fue anterior a diciembre de 2017. Falta un año y medio para la elección presidencial y más de un año para las candidaturas, en la Argentina eso es un siglo.
Como se está marchando en la posverdad, insistiendo con una campaña electoral-que de ser cierta-sería la más larga de la historia, la candidatura de Macri es una emanación de gas, como cuando un equipo dice vamos por la copa y está peleando el descenso. La reelección de Macri es una cortina de humo que pretende esconder los problemas de fondo que aquejan a los argentinos. Los ciudadanos están enfadados por los aumentos de tarifas eléctricas de hasta 1.400%, los despidos, el incremento de precio en los combustibles, gas, alimentos, remedios, autopistas, celulares, cable, colegios, prepagas, etcétera. Inclusive la gente empieza a preocuparse por el empleo. Lo sé por la cantidad de currículums que estoy recibiendo ahora mismo.
Con el paso del tiempo, el desgaste auto-infligido de los 9 meses restantes de 2018, será progresivo y fatigosamente irreversible. Los críticos en el exterior tildan al gobierno de ignorantes, incultos y superficiales. Recuerde la mirada de Putin a Macri. Escuchamos el denominado “hit de verano” en que la gente expresa risueñamente (eufemismo) en las canchas, los espectáculos teatrales, los recitales, los subterráneos, la marchas, el acompañamiento al Congreso en su sesión de Apertura; los ciudadanos están enojados. Los axiomáticos desaciertos y filtraciones de escándalos de corrupción, hoy comienzan a generar ciertos desbloqueos que mantenían cercados un sinnúmero de periodistas y pseudo-periodistas militantes.
Macri habló de la disminución de la pobreza y el desempleo, omitiendo que los datos que presentaba correspondían al segundo semestre de 2017, comparado con igual periodo de 2016-el máximo-, cuando el dólar costaba $16,50 y la inflación no se había disparado. El asunto es que tampoco se dice que así no seguirá en los próximos meses, cuando la canasta básica alimentaria que mide el INDEC aumentó solo en el primer bimestre del año más del 5% y los precios mayoristas se dispararon por encima. Ya en voz baja se impulsa una reforma del INDEC para darle otra cosmética a la metodología de medir la inflación, lo que junto con las renuncias de (Graciela Bevaqua, presuntamente perseguida por Guillermo Moreno-reincorporada por Macri- y ahora el director técnico del INDEC, Fernando Cerro) los aproxima cada vez más a todo lo que criticaban. Saliendo de compras en el barrio, me he dado cuenta que la credibilidad de las estadísticas ha empezado a derrumbarse. La consigna interna del gobierno es: “hay que llegar al mundial y rogar por San Messi”. Es la táctica que junto con el debate sobre el aborto, lograría dominar la agenda política, habiendo cogido a la izquierda funcional al liberalismo (Sir Isaiah Berlin, “Two concepts of liberty”) con eso tienen todavía para tirar dos meses. Los proyectos serán tratados por el Congreso en junio. No se habla de la gestión de gobierno: del submarino y sus tripulantes, las muertes de ciudadanos en concurso de gendarmería no esclarecidas, los presos sin condena, las off shore de Caputo, los Panama Papers, la auto condonación de la deuda del Correo, la lista de friends & family del blanqueo modificado por Decreto, la plata afuera que tienen el presidente y los miembros de su gabinete, el desplazamiento de Abad de la AFIP y su desaliñada substitución, el déficit fiscal disparado por el incremento extravagante de los intereses de la deuda, el mismísimo y creciente endeudamiento, la caída proyectada del salario (15) inflación (20), la inflación del marxista de Kicillof que no cede, el déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos de Celestino Rodrigo, la caída de poder adquisitivo de los ancianos jubilados de Menem; todo ha pasado a segundo plano.
Lo único que genera alguna esperanza es el aparente cambio de actitud en los jueces, quienes entendieron que si en 2019 Macri no sigue, se les viene el mundo encima. En la última semana se siguieron sumando excarcelaciones. Sin demasiadas posibilidades de remover jueces y fiscales federales de primera instancia, Macri intenta cubrir vacantes abiertas en la Cámara de Casación en las Cámaras de Apelaciones en lo Federal, pero no está claro cómo lo logrará. Además la Suprema Corte ha chocado con eso de que se elijan jueces de otros fueros, sin acuerdo del Senado. La Corte concierta reformas para acelerar las causas de corrupción y al mismo tiempo acusa a la AFI por haber filtrado las escuchas de Cristina Fernández.
El Peronismo y sus aliados nos cogen pena, moviéndose hacia la unidad, pero repletos de prejuicios y vanidades dignas de otras elites.
Al mismo tiempo que se incrementa la conflictividad laboral, va tomando forma una CGT gorda cercana al gobierno. Los acuerdos salariales de algunos gremios se siguen cerrando en 15% formal (para establecer una nominalidad), pero con artilugios se llega a 20% o más. La gobernadora Vidal fracasó olímpicamente con los docentes, que mantendrán el paro que se intentaba evitar. Hay cuatro jurisdicciones que mantienen abierto el conflicto docente, dos son CABA y la Pcia. de Buenos Aires, con lo cual el problema alcanza a más de la mitad de los alumnos del país de la escuela pública. En CABA, el frente de docentes, estatales, judiciales, subtes y recolectores, realizarán protestas rechazando las propuestas salariales. Los bancarios realizan un nuevo paro en el banco Provincia y; mientras unos piqueteros alineados con la izquierda han retomado la protesta en la calle reclamando contra la revisión de los planes sociales, otros colegas buscan incorporarse a la nueva CGT.
La avaricia ya ganó, pero recuerde: “la mentira tiene patas cortas”.