Antonio Berni y el color humano de Argentina
Mientras las series norteamericanas resucitan a los narcotraficantes latinoamericanos, para que el mundo (y muchos de esta parte del mundo que ignoran la verdadera historia de su propia tierra) siga creyendo que la cocina de la desgracia de la humanidad anda siempre por estos suburbios del planeta. Es bueno recordar que un artista nacido en Rosario - un lugar que seguramente en un tiempo tendrá su serie narco - creó dos personajes que denuncian la tragedia económica y cultural del continente: Juanito Laguna y Ramona Montiel. Juanito un pibe villero que entre los basurales sueña con ser astronauta, y Ramona una muchacha de los barrios de los arrabales porteños, que tiene que prostituirse para sobrevivir. Tal como Shakespeare manifestara: “Estamos hechos de la misma materia que los sueños” Antonio Berni construye estos personajes con pedazos de sus mundos: "...Yo a Juanito y a Ramona los hice precisamente en collage, con materiales de rezago, porque era el entorno en que ellos vivían; y así no apelaban justamente a lo sentimentalista. Yo les puse nombre y apellido a una multitud de anónimos, desplazados, marginados niños y humilladas mujeres; y los convertí en símbolo, por una cuestión exactamente de sentimiento. Los rodeé de la materia en que desenvolvían sus desventuras, para que, de lo sentido, brotara el testimonio."
Antonio Berni nació en Rosario, en 1905, hijo de un sastre italiano que escapó de la primera guerra mundial, halló en el arte una manera pacífica de hacer algo por el mundo, una forma de pensar, de pensarse, de pensar su historia y la de las suyos; de pensar el color - hecho de muchos colores – del alma su Tierra: "Yo a Juanito Laguna lo veo y lo siento como el arquetipo que es; arquetipo de una realidad argentina y latinoamericana, lo siento como expresión de todos los Juanitos Laguna que existen. Para mí no es un individuo, una persona: es un personaje... En él están fundidos muchos chicos y adolescentes que yo he conocido, que han sido mis amigos, con los que he jugado en la calle..."
Lo que Armando Tejada Gómez lograra en la Poesía con el poema Hay un niño en la calle, Antonio Berni lo consiguió en la pintura con su personaje Juanito Laguna: “Juanito es un chico pobre, pero no un pobre chico, porque tiene sus ojos cargados de porvenir" Lo que César Tiempo consiguiera con su Clara Better, protagonista de su poemario Versos de una prostituta, Berni lo alcanzó en la pintura con su Ramona Montiel: "Ramona es la "milonguita", la "costurerita que dio aquel mal paso", imágenes de Carriego y también ciertos personajes de Borges. Ella ya ha trascendido su barrio; está en Florida y en Corrientes y Esmeralda (...) Para construir a Ramona recurrí al arte kitsch, que traducido a nuestro idioma sería el arte cache. Este último es un fenómeno muy amplio y representa el arte popular de carácter ciudadano..." Como Picasso con un retrato de un caballo agonizante denunció la tragedia de Guernica, Berni con pedazos de zapatos, patas de mesa, harapos, un vestido de novia de su mujer, y otras chatarras, denunció las penurias de la realidad de una prostituta. Exvoto, se denomina al objeto que los fieles ofrecen a Santos por gracia recibida. Berni sabía que había que desarmar la realidad, tomar sus esquirlas y ofrecerlas como exvotos paganos, para volver armar (desnudar y denunciar) artísticamente la realidad.
¿Cuándo es que un artista se vuelve nacional, cuando pinta el paisaje de su tierra o cuando alcanza a retratar el color humano de su pueblo? Antonio Berni, artista nacional que plasmó como pocos el color humano de la Argentina y de Latinoamérica.
Cuando se intente hacer de algún patético narco un personaje ícono de Rosario, recordemos que allí nació el gran Antonio Berni, creador de Juanito Laguna y Ramona Montiel. Es necesario que conozcamos a nuestra gente necesaria para que colonizadores culturales no nos cuenten otra historia.