El 10 de diciembre las imágenes de televisión mostraban a Mauricio Macri con la banda presidencial, acompañado de su mujer y su hija en el balcón de la Casa Rosada, en ese balcón que simbólicamente se lo denomina “el balcón de Perón”. Ahí se dedicó a dos cosas para que la que está poco dotado: a bailar y a pronunciar un discurso tan corto como precario. Muy cerca, en el cuarto piso  de Piedras 1743, lejos de balcones y cámaras, Héctor Magnetto, un hombre de férrea voluntad y con la imposibilidad de expresarse con fluidez fruto de las consecuencias de un cáncer, alzaba con sus amigos de toda la vida, sus secuaces y socios en el multimedio, las copas con champagne Don Perignon, sabiendo que ahora la Casa de Gobierno es la residencia de servicio de su inmenso poder. Ganador de una batalla que libró contra el kirchnerismo desde el 2008, los daños económicos de la larga contienda le serán resarcidos con creces por el hombre al que ha tenido en sus brazos desde sus inicios políticos, ahora con el traje de Presidente. Es el mismo al que protegió mediáticamente, exaltando sus méritos y ocultando sus errores y negociados; y con quien ha concretado jugosos negocios a nivel de la ciudad de Buenos Aires. El hijo de Franco ha dado pruebas de amor hasta bordear el ridículo: desde la promoción de una “ley de defensa de la libertad de expresión” en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que limitaba insólita e ilegalmente la ley de medios audiovisuales, hasta hacerse el indolente ante la resolución judicial que disponía la demolición del muro que el grupo mediático había levantado sobre la calle Ascasubi en la intersección con Luna, resolución que dictara la jueza en lo Contencioso Administrativo y Tributario Lidia Lago en abril de 2015, haciendo lugar a una acción de amparo interpuesta por los legisladores Anibal Ibarra y María Elena Naddeo. Ahora ese muro concreto e indemne se prolongará a muchos otros lugares de dominio público como La Casa Rosada, el Parlamento y la Suprema Corte de Justicia de la Nación

PUESTO MENOR

Algunos testimonios sobre el hombre que es el ventrílocuo de la calle Piedras:

“El dueño del Banco Mariva, Chicho Pardo, le había preguntado a Magnetto en el 2003  por qué no se presentaba él como candidato a presidente, y que éste le había contestado: ¿Por qué querés que pierda poder?”  (“Pecado Original. Clarín, los Kirchner, y la lucha por el Poder” de Graciela  Mochkofsky,  Página 142).

Una anécdota similar cuenta Samuel “Chiche” Gelblung quien ante las insistencias de concesiones que Magnetto le exigía a Menem, éste le preguntó: “¿Lo que Ud. quiere es mi puesto de Presidente de la Nación?  A lo que el mandamás de Clarín le respondió: “ De ninguna manera. Ese es un puesto menor”  

“El día en que Rodolfo Terragno viajó a la Rioja para comunicarle a Carlos Menem la renuncia de Alfonsín, encontró al candidato peronista bien acompañado: era Héctor Magnetto.” (“Años de Rabia. El periodismo, los medios y las batallas del Kirchnerismo” de Eduardo Blaustein, página 106). Luego la primera medida del riojano fue la privatización de canal 13.

La capacidad de convocatoria de Magnetto quedó demostrada una vez más en agosto del 2010, cuando citó a los referentes de la oposición en una reunión secreta que hizo trascender a través de las páginas de La Nación. Estaba preocupado por enterrar al kirchnerismo. “Política on line” escribió: “Entretelones de la reunión de los peronistas disidentes con Macri y Magnetto. El encuentro fue el martes y tuvo como protagonistas a Duhalde, Macri, Solá, De Narváez y Reutemann. Duhalde pidió a los suyos no ahondar en detalles mientras que Solá y Macri se culpan mutuamente de haberlo filtrado. Reutemann, también presente, habría reiterado que no competirá por la presidencia y ya lo acusan de tener un acuerdo con Kirchner.”

Después de la derrota del 14 de mayo de 1989, Raúl Alfonsín pedía a los grandes empresarios: “Déjenme llegar a diciembre”, y Héctor Magnetto, presidente del poderoso grupo  de prensa Clarín le contestó: “Ustedes ya son un obstáculo.” (“Raúl Alfonsín. La democracia a pesar de todo” de Andrew McAdam, Víctor Sukup, Claudio Oscar Katiz, página 231. El testimonio pertenece a Simón Lázara 31-08-1999).

“8 de marzo de1999. Ese día, De la Rúa y Chacho ingresaron a las oficinas de Magnetto a la una del mediodía y, después de un extenso almuerzo, se retiraron a la tardecita con el convencimiento que “el Beto” cumpliría su promesa: “Ya van a tener más espacio en el diario, no se quejen.” Álvarez tenía una visión más optimista aún, y llegó a creer que tendría soporte por años. Se consideraba el niño mimado del Grupo y en particular de LA VIUDA. Mucho antes del almuerzo con De la Rúa y Magnetto, había visitado al edificio de la calle Tacuarí con la frecuencia de quien va a lo de un amigo……Le gustaba hablar mucho, quizás porque se había mal acostumbrado al micrófono libre que se le brindaba en Radio Mitre o en TN. En una de sus visitas, Magnetto frenó el extenso discurso de Chacho para aclararle que “la oposición a Menem somos nosotros. La señora y yo”. Luego le daría algunas indicaciones de cómo moverse con los medios que tenían  relación con su imperio” (Pablo Llonto  “La Noble Ernestina” páginas 253 y 254).

LOS REMAKES DE LA HISTORIA 

Los gobiernos populares amenazan con ir por todo, pero no pasan de expresiones verbales.

Después de las bombas que los opositores antiperonistas colocaron en Plaza de Mayo el 15 de abril de 1953, interrumpiendo el discurso de Perón, como resultado del cual murieron seis personas y más de 90 quedaron heridas, entre ellos 19 mutilados, el Presidente reanudó el mismo y expresó: “Compañeros: Creo que, según se puede ir observando, vamos a tener que volver a la época de andar con el alambre de fardo en el bolsillo…… Eso de la leña que ustedes me aconsejan ¿por qué no empiezan ustedes a darla?”

Luego del bombardeo a Plaza de Mayo, Perón intentó un período de reconciliación que dio por concluido el 31 de agosto de 1955 cuando dijo: “Hace poco tiempo esta Plaza de Mayo ha sido testigo de una infamia más de los enemigos del pueblo. Después de producidos esos hechos hemos ofrecido a los propios victimarios nuestra mano y nuestra paz. (...) ¿Cuál ha sido su respuesta? Hemos vivido dos meses en una plena tregua, que ellos han roto con actos violentos …… De esto surge una conclusión bien clara; quedan solamente dos caminos: para el gobierno, una represión ajustada a los procedimientos subversivos, y para el pueblo, una acción y una lucha que condiga con la violencia a que quieren llevarlo. A la violencia le hemos de contestar con una violencia mayor. (...) Como una conducta permanente para nuestro movimiento: aquel que en cualquier lugar intente alterar el orden en contra de las autoridades constituidas o en contra de la ley o la Constitución, puede ser muerto por cualquier argentino. La consigna para todo peronista, esté aislado o dentro de una organización, es contestar a una acción violenta con otra más violenta. Cuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco de los de ellos.”

Conforme a las características de la época, el peronismo tuvo rasgos autoritarios, alguna Sección Especial donde se infligieron torturas, y limitaciones a la libertad de expresión de los opositores.

Sin embargo sólo hubo un muerto: el médico comunista Juan Ingalinella, desaparecido dos días después del 16 de junio de 1955; y el Congreso funcionaba normalmente. Las elecciones era limpias y el peronismo ganaba a pesar de las falsas acusaciones de la oposición sobre fraude y clientelismo.

Fue precisamente esa oposición, la que enarbolaba un discurso republicano, la que para derrocar a un presidente constitucional no tuvo reparos en consumar uno de los mayores crímenes de la historia argentina: el bombardeo a Plaza de Mayo; y luego de concretado el derrocamiento en septiembre, haber asesinado clandestinamente a trabajadores en los basurales de José León Suarez; fusilado al general Juan José Valle y sus compañeros antedatando la vigencia de la ley marcial, faltando incluso a la palabra de que a la rendición de Valle le sería garantizada la vida de él y sus seguidores. Se cerró el Congreso; se suprimió cualquier atisbo de libertad de prensa; se devolvió el diario La Prensa a la familia Gainza Paz que había sido entregado a la CGT; se proscribió al peronismo, sus símbolos y hasta la posibilidad de mencionar sus referentes históricos.

No dijeron que iban por todo: lo hicieron. No repararon en medios ni en vidas. Su republicanismo abstracto, su discurso de cartón pintado, lo arrojaron al basurero de la historia.

Muchos años después, un 27 de febrero del 2012 y en un acto en la ciudad de Rosario, mientras hablaba la intendenta de esa ciudad Mónica Fein, pudo leerse los labios de la Presidente de la Nación, Cristina Fernández, que alentaba a sus seguidores con la expresión “vamos por todo”.

La realidad es que acentuó la ofensiva contra el grupo Clarín, inició un intento de diversidad en la justicia, mantuvo la intransigencia contra los fondos buitres, y buscó nuevas alianzas lejos de las tradicionales. La intención y el resultado obtenido estuvo muy lejos de la aseveración “ vamos por todo”.

Ni quedó restringida la libertad de prensa, ni la justicia quedó reducida a la incondicionalidad, ni dejó de estar abierto y funcionando el  Congreso.

La ofensiva periodística de los medios dominantes se acentúo hasta alcanzar una intensidad incomparable. En buena parte quedaron bajo la descripción que Juan Bautista Alberdi consignó en el siglo XIX: “Esta prensa cree que un adjetivo es un argumento y que un ultraje es una razón.”

LOS REPUBLICANOS” VIENEN POR TODO

Desde los sectores revolucionarios se usó muchas veces la expresión “tomar el cielo por asalto”.

A su vez el filósofo inspirador del positivismo Augusto Comte, sostenía: “Nada desaparece hasta que se lo reemplaza”. Su expresión “Orden y progreso” figura en la bandera brasileña   

Sin decirlo, la restauración conservadora hoy está tomando “el cielo por asalto”. Y se presenta como la alternativa superadora del populismo tratando de hacer realidad lo de Augusto Comte: “Nada desaparece hasta que se lo reemplaza”Lo que se proponen reemplazar es el peronismo transformador y convertirlo en un tigre domesticado con las uñas cortadas en envoltorio socialdemócrata.

En tres semanas ha pulverizado su discurso republicano de cartulina, con el beneplácito de los grupos económicos concentrados, la satisfacción de las  poblaciones urbanas y rurales del área sojera que lo votó abrumadoramente, el desconcierto de los sectores populares que mantienen sus expectativas y que adhirieron al discurso del cambio con la esperanza de mantener lo conquistado durante el kirchnerismo, todo lo cual ha acrecentado por el momento la popularidad de Mauricio Macri.

Como bien sostiene un twitero ingenioso al que modifico parcialmente: “En la primera semana Mauricio Macri se intentó diferenciar de Cristina Fernandez y en las dos siguientes de Fernando de la Rúa”. En su transcurso efectúo la mayor transferencia de ingresos a los sectores agropecuarios con una devaluación del 40% y la supresión de todas las retenciones con excepción de la soja.   

Si bien era esperable todo lo referente a la economía, sorprende por la magnitud en todo lo demás, la intensidad y la desfachatez de hacer todo lo contrario a lo propuesto en la campaña.

Si se criticaba que el Congreso era una escribanía, ahora se lo mantiene cerrado; si se criticaban con fundamento los desaciertos del INDEC, ahora se lo mantiene cerrado y sin proporcionar ningún índice; si se hablaba de poco respeto a las formas por parte de Cristina Fernández, hoy se gobierna en base a decretos de necesidad y urgencia; si se sostenía que no quería jueces macristas, en dos semanas se obtiene un fallo absolutorio a Mauricio Macri, que gobernó durante casi tres semanas en condición de procesado; si se designa a Laura Alonso al frente de la Oficina Anticorrupción y se requiere que sea abogada y la misma no lo es, se modifica la norma; si se nombra al frente de la parte informática de la Secretaría Legal y Técnica a un ciudadano norteamericano, Marcos Molina Viamonte, cercano a la familia presidencial y se requiere que sea argentino, se dispone una excepción; si en la auditoria donde tiene que haber un opositor, el macrismo designó a un oficialista; en la oficina antilavado no tuve mejor ocurrencia que nombrar a la abogada de un banco acusado de lavado.  Una ley debatida durante tres años, como la de medios audiovisuales, y declarada constitucional por la SCJN, se la modifica en lo sustancial por un DNU, que coincide exactamente con los intereses del grupo Clarín.

Para los sectores de menores ingresos, asignación por hijo y jubilaciones básicas, se le otorga un beneficio por única vez de $400, cuando el gobierno anterior le otorgó hace un lustro uno de $500. Los trabajadores deberán esperar hasta marzo o abril, más allá de un adicional obtenido con sus empleadores en diciembre en función de la relación de fuerzas       (está excluida la administración pública), una posible mejoría actual del poder adquisitivo del salario. La desocupación será el as de espadas que utilice el gobierno para tirar a la baja los aumentos de sueldos. Lo dijo el Ministro de Hacienda y Finanzas en declaraciones al canal América al finalizar el año: “Cada paritaria discute lo que puede discutir. Me parece que acá no es solamente la dimensión del salario sino también cuidar el empleo. Cada sindicato sabrá dónde le aprieta el zapato yhasta qué punto puede arriesgar salarios a cambio de empleos.” Es el mismo Ministro que sostenía que las reservas eran bajísimas y luego de tres semanas en que aumentaron cerca de mil millones sobre veinticuatro mil millones que recibieron,  ahora estima que son suficientes. En ellas están los swap chinos que hasta hace tres semanas eran papeles y ahora se convirtieron en dólares. Lo mismo sucede con el Ministro de Energía, el ex CEO de Shell, Juan José Aranguren, que ahora sostiene en coincidencia con lo afirmado en su momento por el kirchnerismo: “Pese a que el sistema de generación ( térmica, hidráulica, nuclear) respondió a la demanda, el problema está en el sistema de distribución”    

Desde las páginas de Clarín, donde los hechos de inseguridad han desaparecido, lo que permite presumir que los delincuentes mayoritariamente han votado al gobierno y han cesado en sus actividades, el abogado laboralista Lucio Garzón Maceda escribió el 31 de diciembre  (página 28): “Hace meses advertimos en esta sección (DEBATE) de la existencia de un proyecto de acuerdo social para  “reducir salarios” pergeñado por argentinos en Ginebra. Hoy el presidente Macri anuncia que convocará para alcanzar aquel acuerdo  “pro capital puro”, pero las recientes subas de precios se lo dificultan. Se pretende que los sindicatos acepten pasivamente  los incrementos y, además, que acuerden los nuevos sueldos de convenio  “a la baja” (ajuste) conforme inflación futura”

La doctora Elisa Carrió, que se autoproclamó fiscal de la República, se ha sumergido en un silencio profundo. El periodista Jorge Lanata, que ya realizó las tareas sucias para el multimedio, se radicó en Miami. Los medios favorables al kirchnerismo se dispersan o son silenciados.

En este escenario aparecen declaraciones que sólo son posibles en circunstancias excepcionales como las que se viven.

Así el Ministro de Comunicaciones Oscar Aguad, a cuya derecha no hay ni puede haber nada, declara con la impunidad de las circunstancias: “Una ley no puede estar por encima del Presidente” Una verdadera oda a su republicanismo, aprendido en las tertulias con el asesino Luciano Benjamín Menéndez. El promisorio jefe de gabinete, derrapa con entusiasmo cuando declara en conferencia de prensa: "Con el presidente Macri se termina la guerra contra el periodismo"; "La desconcentración (de medios) no es lo más importante"; "No es tan determinante si los medios alteran la realidad"; y en forma confusa "No creemos en los monopolios en la economía".           

Los republicanos” vienen por todo. Hay que arrasar con los cimientos del populismo y dar una lección definitiva que perdure como un recuerdo imborrable.

El ajuste sólo tiene como límite la resistencia de los ajustados. Pero esto no debe llevar al error de algún slogan apresurado que confunde un gobierno elegido democráticamente con la dictadura. Estamos en presencia de un hecho excepcional de la historia argentina: un gobierno de derecha, benévolamente de centro derecha, tal vez populista de derecha, que llega por la voluntad de las urnas.

Repetir consignas y tácticas de otros momentos históricos es un error que puede costar muy caro. La comparación histórica de esta nota no intenta igualar circunstancias sino meramente observar que el poder económico usa un discurso seductoramente republicano para llegado al gobierno olvidarlo y entonces ir por todo.

Por eso conviene en circunstancias como las actuales, tener presente a Simón Rodríguez, el maestro de Simón Bolívar, al que éste llamaba “el Sócrates de Caracas”: “ Si no inventamos vamos a fracasar”.

Volviendo a Augusto Comte y su frase “Orden y Progreso”: En la primavera camporista se recuerda el famoso discurso de Esteban Righi a la Policía Federal, el 5 de junio de 1973,  donde dijo: “Es habitual llamar a los policías guardianes del orden. Así seguirá siendo. Pero lo que ha cambiado, profundamente, es el orden que guardan. Y en consecuencia, la forma de hacerlo.”

La restauración conservadora de los republicanos establece un nuevo orden.

En ese orden están definidos los ganadores y perdedores

Y las fuerzas del orden deberán asegurar el nuevo orden que guardan.